Fly Me to the Moon llega al fin a los cines para endulzar el verano de los fans de la comedia romántica. La película viene protagonizada por Scarlett Johansson y Channing Tatum, dos de los actores más carismáticos y cotizados de Hollywood. El proyecto, producido por Apple y distribuido por Sony Pictures, aspira a mantener la buena salud del género después de éxitos recientes como Cualquiera menos tú. Para ello, la compañía ha puesto toda la carne en el asador con una superproducción millonaria que se ambienta en plena Carrera Espacial.

La trama de Fly Me to the Moon sigue a Cole Davis, el director de lanzamiento de la misión del Apolo 11, y a Kelly Jones, una prodigio del marketing enviada para mejorar la imagen pública de la NASA. Entre ambos surgirá irremediablemente un brutal flechazo. Pero también aparecerán innumerables confrontaciones que les provocarán continuos enfrentamientos. Él quiere poner toda la atención y recursos en el reto imposible del alunizaje, mientras que ella considera que lo fundamental es vendérselo bien a la sociedad.

Fly Me to the Moon

Scarlett Johansson y Channing Tatum elevan una película funcional y correcta con geniales toques de humor y romance, pero también con un sorprendente e interesante drama histórico. Un mejunje que queda embadurnado de su arrebatadora carisma y su indudable química, amén de un diseño y ambientación muy cuidados.

Puntuación: 3.5 de 5.

A lo grande

Apple sigue empeñada en hacerse un enorme hueco en la industria cinematográfica. Por eso a la compañía no le duelen prendas en poner cantidades gigantescas de dinero en busca de buenas historias. Lo que ha conseguido es que su sello esté emparejado con la calidad. Y Fly Me to the Moon no es excepción. Hay muchos elementos que perfectamente podrían haber conducido al desastre. Y, sin embargo, todo está bastante bien equilibrado. Y no solo en su sólido guion.

Cada dólar invertido en la película se nota en su diseño de producción. Realmente da la sensación de estar situada en los laboratorios y oficinas de la NASA de los años 60. Un toque que a nivel estético resulta irresistible al combinar lo retro de la época con la tecnología espacial. El estudio ha querido ofrecer la máxima sensación de autenticidad y sin lugar a dudas lo han conseguido.

Fly me to the Moon

Es evidente que tampoco es la película del año, pero rezuma ese aroma de las historias de las que sabes que saldrás satisfecho. No es especialmente original en su discurso ni estructura. Pero funciona. No se hace pesada, permite maravillarse con secuencias como el despegue de los cohetes y echar unas cuantas risas muy agradables con situaciones hilarantes y golpes de humor bien traídos.

Multigénero

A pesar de que Sony y Apple han vendido el filme como una comedia romántica pura, en realidad Fly Me to the Moon va más allá. La película narra una historia de amor, es cierto, pero también muestra un interesante drama histórico. Una carta que no esconde ya desde su primera escena, cuando se relata la situación de la Carrera Espacial y las prisas de estadounidenses y rusos por llegar a la Luna. En la película entra en juego toda la tensión gubernamental por ganarle la partida al régimen comunista.

Y así, empiezan a aparecer conflictos políticos y diplomáticos, problemas científicos y, como no podía ser de otra manera en la Guerra Fría, conspiraciones. El personaje de Woody Harrelson es quien mueve esta parte de la trama. Fly Me to the Moon incluso abraza desde un punto de vista tragicómico las teorías sobre que el alunizaje fue un montaje rodado en la Tierra. Ese es el arriesgado motor narrativo de la segunda hora de película. Una evidente imprecisión histórica que, en cualquier caso, no impide disfrutar del conjunto y reírse sobre el tema.

Fly Me to the Moon

A pesar de todo, el resultado de tanta fusión de géneros provoca irremediablemente que la comedia romántica se disuelva en muchos momentos del metraje. Quien busque ver únicamente una historia de amor se llevará una cierta sorpresa. Eso sí, cada vez que Johansson y Tatum comparten escena juntos de nuevo y tienen tiempo de cruzar dos líneas de diálogo, el romance vuelve a resurgir imparable.

Química protagonista

Porque la pieza fundamental de Fly Me to the Moon, por encima de su drama histórico o de los millones puestos en su desarrollo, es la química de sus protagonistas. Johansson brilla radiante y ofrece una nueva interpretación gloriosa. La actriz continúa demostrando que no solo es una de las más taquilleras de su generación, sino también de las más talentosas. Le otorga a su Kelly una personalidad desbordante y un ingenio arrebatador. Los publicistas no suelen resultar simpáticos en la vida real, pero es imposible no caer de rodillas ante ella cada vez que se le ocurre un nuevo truco.

Gracias a esta interpretación, el filme tiene la oportunidad de jugar su segunda carta, Channing Tatum. Originalmente, el papel estaba pensado para Chris Evans, amigo y compañero de Johansson en el Universo Marvel que tuvo que abandonar el proyecto por motivos de calendario. Pero su sustitución no podía resultar más acertada. Este Cole Davis serio y testarudo es el contrapunto ideal a la enérgica locura de Kelly. Johansson y Tatum se complementan a la perfección con un toma y daca constante y divertidísimo. Y cuando ambos se ponen seductores, obviamente, Fly Me to the Moon alcanza los momentos de catarsis.

Fly Me to the Moon

En definitiva, Fly Me to the Moon es una simpática y entrañable comedia romántica en tono espacial que narra la llegada a la luna de una manera divertida, amable y entretenida. Scarlett Johansson y Channing Tatum hacen una pareja estupenda y carismática que lleva en volandas la historia. No reinventa la rueda, pero resulta fresca y agradable de ver. Se estrena el 12 de julio en cines.