La última idea de Xiaomi supone uno de los mayores cambios de su historia a la hora de fabricar smartphones. La compañía, viendo la estrategia de Google, Huawei y Samsung, estaría pensando en desarrollar un procesador propio para integrarlo en sus gama media. Este movimiento, que ya intentó en el pasado con el Surge S1, es arriesgado y nada sencillo, por lo que se habría buscado un aliado para no partir de cero.
Según cuenta GSMA Arena, Xiaomi se habría aliado con Unisoc para crear un procesador 5G propio. Los detalles de la alianza se desconocen, aunque el informe comenta la posibilidad de que TSMC sea la compañía encargada de fabricar el chip de 4 nm con su proceso N4P. Además, esa capacidad 5G estaría a cargo de un módem propietario de Unisoc.
No es casualidad que en el título hablemos de la gama media. Según la fuente citada, el procesador de Xiaomi podría ofrecer una potencia similar a la de un Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, un chip que fue el rey de la pista allá por 2021, y que ahora ofrecería un rendimiento en consonancia con los dispositivos a mitad de tabla.
Por último, la información habla de un lanzamiento a principios de 2025, por lo que este proyecto no estaría tan lejos de ser real. En qué móviles debutaría es una incógnita, aunque no llegaría a tiempo para los próximos Redmi Note 14. De hecho, como ya ocurrió en el pasado, Xiaomi podría lanzar una serie específica con la principal baza del chip propio.
¿Es una buena idea que Xiaomi haga su propio procesador?
Es una pregunta muy complicada, pues actualmente no se puede determinar qué inversión está destinando Xiaomi, si la colaboración con Unisoc es lo suficientemente buena o cómo pretenden enfocar la llegada de su propio procesador.
En estos casos, es imposible no tirar de hemeroteca, la cual, nos dice que Xiaomi ya intentó este mismo proyecto hace unos años. El resultado fue el Surge S1, un chip propio destinado a la gama media que fue, en palabras claras, un fracaso. Se lanzó en un dispositivo específico, vendió unas pocas unidades y la compañía metió todo debajo de la alfombra.
Hay motivos para pensar que ahora todo podría ser diferente, principalmente porque Xiaomi es una empresa mucho más madura. Ahora bien, gigantes como Samsung y Google también han probado suerte, y aunque se mantienen en la ola, los resultados no acaban de convencer del todo al mercado.
Hacer procesadores no es algo sencillo, por lo que pretender equipararte en rendimiento o eficiencia con marcas que llevan años centradas únicamente en este mercado es algo, cuanto menos, complicado. Sobre todo, cuando te alías con la marca menos interesante de las tres que actualmente te surten chips.
En estos momentos, Xiaomi le compra procesadores a Qualcomm, MediaTek y Unisoc, siendo esta última la peor valorada por los consumidores y una compañía enfocada, principalmente, en fabricar chips de bajo rendimiento para equipos muy modestos como Android TVs o móviles extremadamente baratos.
A todo este embrollo, es necesario sumarle las regulaciones globales sobre chips, que podrían dinamitar la idea de que el procesador propio de Xiaomi pueda cruzar las fronteras chinas de una forma sencilla y rentable.
Es, sin duda, un proyecto interesante, pero en el que Xiaomi tendrá que dar un extra si quiere que no quede en el olvido, como ya le ocurrió en el pasado.