Star Wars regresa al fin a las pantallas con The Acolyte. La primera serie sobre la Alta República aterriza en Disney+ con la intención de hacer olvidar la Saga Skywalker al público. Por primera vez en el audiovisual, la franquicia galáctica se aleja por más de un siglo en el tiempo de la historia de Anakin, Luke, Leia, Rey y compañía. Lo hace convirtiéndose en una precuela que, además, pretende abrir su propio camino. Nuevos personajes, nuevos temas y un gran cambio en el tono que no se había visto hasta ahora.
La serie de The Acolyte se centra en dos hermanas gemelas, Osha y Mae. La primera fue una padawan de la Orden Jedi que decidió abandonar su adiestramiento. La segunda presumiblemente estaba muerta, pero ha regresado con unas intenciones no demasiado buenas. Ambas se encuentran en el centro de una investigación por las misteriosas muertes de varios Jedi en una época en la que los Sith se suponían extintos. Y es que, en una era de luz, surge la oscuridad.
The Acolyte
Lucasfilm se embarca con The Acolyte en un nuevo giro adulto en el tono de Star Wars. La compañía aborda la época de la Alta República con un thriller de asesinatos a ratos tremendamente interesante pero por momentos frustrante por su falta de ritmo. En cualquier caso, se aprecia un profundo amor por la saga y una promesa de crecer en la segunda mitad de la temporada, apoyándose en un diseño portentoso y una acción trepidante y espectacular
El reverso tenebroso
Sin lugar a dudas el principal punto fuerte y que más llama la atención en The Acolyte es su tono. Star Wars siempre ha sido una clásica historia de aventuras espaciales que ha entretenido a varias generaciones. Ahora, como hicieran con Andor, la compañía se adentra de lleno en algo muy distinto, el thriller de misterio. Los asesinatos de los Jedi son el leitmotiv que mueve el proyecto. Ya no existe una guerra, unos enemigos a los que confrontar abiertamente. En la galaxia reina la paz, pero alguien la está enturbiando.
La showrunner, Leslye Headland, es muy fan de Star Wars y ha plagado la serie de referencias ocultas. Frases icónicas de la saga, algunos personajes reconocibles, incluso elementos nacidos de los cómics y novelas y hasta del universo expandido de Star Wars Legends. Es decir, ante todo es una serie que nace desde el corazón de la franquicia. Pero desde esa base, la creativa ha querido buscar su propia voz sin caer en la burda nostalgia. Por eso aborda un género con el que transforma The Acolyte en algo distinto.
The Acolyte es la nueva serie de Star Wars
Una ex padawan se reúne con su Maestro Jedi para investigar una serie de crímenes, pero descubre que las fuerzas a las que se enfrentan son más siniestras de lo que jamás habían previsto.
El equilibrio se centra en las reflexiones místicas sobre la Fuerza y quiénes pueden usarla, con el radical tercer episodio como estandarte, y los patrones de las historias de investigaciones policiales, venganzas, asesinatos y dramas familiares. The Acolyte se convierte así en algo mucho más oscuro y serio. No al nivel de Andor pero sí siguiendo su estela. Una idiosincrasia que, sin embargo, no siempre termina de cuajar.
Cuestión de expectativas
Y es que, aunque The Acolyte arranca trepidante, una vez que se asienta la historia, el ritmo empieza a decaer. Se quiere poner tanto énfasis en la construcción de personajes y en establecer bien el universo en el que se mueven, que la trama avanza a trompicones. Durante ratos largos, los protagonistas hablan sin que nada relevante suceda realmente, ofreciendo una sensación de eterna introducción donde el clímax no acaba de llegar. Y también se peca de bastante reiteración con ciertos temas y subtramas que involucran el pasado de Osha y Mae.
De esta forma, The Acolyte se queda por debajo de lo esperado. Especialmente después de las enormes expectativas generadas con sus primeros vistazos en la última Star Wars Celebration y los avances promocionales de estos meses. Sobre la serie se había puesto una responsabilidad enorme, la de ofrecer algo rompedor y brutal. De enfocarse en los villanos y en el sugerente tenebrismo que los rodea. De ser la primera piedra que dé forma a ese nuevo Star Wars de la Alta República que poco a poco debe ir ganando terreno.
Y aunque cumple parte de esas promesas, en otras se queda a medio gas, al menos en sus cuatro primeros episodios. Eso sí, como ocurrió con Andor, también se intuye que The Acolyte crecerá enormemente en la segunda parte de la temporada. Por ahora, sin embargo, hay que seguir confiando en esa promesa y tratar de rebajar unas expectativas que, como siempre en Star Wars, acaban deformando los objetivos reales.
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Nuevos fichajes
Es muy necesario hablar también sobre las nuevas caras de Star Wars. Al tratarse de una historia original en una época muy poco explorada, Headland ha tenido que crear una gran cantidad de personajes. Es muy interesante poder descubrir por primera vez las dinámicas entre ellos. Sus relaciones jugarán un papel clave en la trama de The Acolyte. Al estilo de Ben Kenobi o Yoda, tras muchos de esos personajes se sugiere toda una historia que no da tiempo a desarrollar pero que daría perfectamente para un spin-off audiovisual o incluso para libros y novelas gráficas.
Entre los mejores están Jecki y Yord. La primera es la padawan del Maestro Sol y la interpreta la española Dafne Keen. La actriz es de sobra conocida por el público por haber dado vida a Laura/X-23 en Logan, así como a Lyra en La materia oscura. Esta joven guerrera destaca por una gran inteligencia y sentido del deber que enamorará a los fans que sienten un especial apego por los valores clásicos de los Jedi. En cuanto a Yord, interpretado por Charlie Barnett, otorga el punto cómico a la seriedad constante de The Acolyte, aunque también demuestra mucho valor como caballero Jedi.
Del resto, Manny Jacinto también brilla con su vis cómica y su actitud de aparente pasotismo frente a los temas de la Fuerza. Carrie-Anne Moss deslumbra, aunque apenas tiene tiempo de pantalla por ahora. Los demás están correctos, aunque sí hay que señalar algunos errores en la dirección de actores. Especialmente llamativo es el contraste de Lee Jung-jae (El juego del calamar), que da vida al mencionado Maestro Sol. En muchas ocasiones su tono solemne embriaga la pantalla y hace crecer a The Acolyte a su máximo nivel. Pero en otras escenas da la sensación de estar recitando unas líneas de diálogo de manera demasiado teatral y poco natural.
Un diseño de producción exquisito
En lo que sí triunfa sin paliativos The Acolyte es en su diseño de producción. Cada uno de los planetas que se vistan en la serie transmite mucha vida. Headland ha ejercido de fan veterana concibiendo entornos muy ricos y particulares. Y, a pesar de sus individualidades, siempre muy dentro de ese espíritu Star Wars. Hay mucho dinero invertido en este proyecto y está perfectamente aprovechado.
Y de la mano de esos parajes, la cineasta ha optado por una decisión tan arriesgada como certera. The Acolyte tiene muchísima más acción que otros proyectos de la saga. Y, sobre todo, cuenta con una acción muy diferente. Hay luchas de sables láser, pero lo más llamativo es el uso del Force-fu. Headland, como hizo Dave Filoni en Ahsoka con Ezra Bridger, ha optado por combinar las habilidades en la Fuerza de los Jedi con unas impresionantes dotes para las artes marciales. El resultado es apabullante, espectacular.
Cada pelea es un verdadero disfrute para los fans del cine de acción y artes marciales. Planos largos, golpes rápidos, patadas y puñetazos unidos a la Fuerza... El trabajo de coreografías es sensacional. Si, como se espera, The Acolyte va a más, el desenlace de la temporada puede ser glorioso.
En resumidas cuentas, The Acolyte, al margen de ser muy distinta, es una buena serie que, pese a todo, en su comienzo no alcanza el nivel de excelencia de las mejores de Star Wars. Hay elementos por pulir, especialmente en su irregular ritmo narrativo. El proyecto está plagado de buenas ideas y evidencia que su creadora es una fan absoluta de los mundos de George Lucas y todos los creativos que le han sucedido. Hay infinidad de detalles que confirman el cariño por la saga. Y la mejor noticia es que promete una segunda mitad de temporada de crecimiento. Ya solo por la acción y por conocer a sus nuevos personajes y los ricos mundos en los que se mueven, merece la pena embarcarse en esta aventura tan distinta y oscura.