ATENCIÓN: El artículo contiene spoilers de 'Alien: Romulus'.
Con el estreno de Alien: Romulus en cines, los fans de la saga al fin tienen la oportunidad de disfrutar de una nueva entrega tras Alien: Covenant allá por 2017. Además, las críticas han sido bastante favorables y los primeros días en taquilla apuntan a ser muy buenos. El renacer de la saga se consolida gracias a esta nueva entrega spin-off del director Fede Álvarez. El uruguayo rinde homenaje a todas sus predecesoras, especialmente a las dos primeras, así como a los videojuegos más queridos de los aficionados a esta historia de terror y ciencia ficción.
Pero es que, además, el cineasta ha tomado una valiente decisión. En el final de la película presenta nada menos que una nueva criatura. Un novedoso xenomorfo nunca antes visto que debuta en Alien: Romulus. Aunque tal y como demuestra, es igualmente letal. Todo sucede cuando Rain (Cailee Spaeny) consigue llevar a Kay (Isabela Merced) a la nave de escape. Esta última está muy malherida, así que toma una terrible decisión.
En su poder tiene unos viales llenos de un compuesto de color negro. Se trata de ADN destilado de xenomorfo. Con él, al inyectarlo, el ser que lo recibe se vuelve prácticamente inmune a todo. Un experimento en Alien: Romulus incluso muestra cómo una rata es aplastada y aun así resucita y se recompone rápidamente. Pero después, los espectadores observan con horror los efectos secundarios. Kay no lo sabe, así que decide inyectárselo para seguir con vida.
Nace un nuevo monstruo
Pero resulta que la joven estaba embarazada. Y al meter el suero en su organismo, de alguna forma este se une al feto. Momentos después, su vientre se infla y entre terribles sufrimientos da a luz a un huevo negro de ácido. De su interior sale lo que parece ser un bebé humano. Pero este pronto se desarrolla, convirtiéndose en la amenaza final de Alien: Romulus. En apenas unos minutos pasa a ser una gigantesca criatura humanoide con mucha sed de sangre. Es un nuevo xenomorfo híbrido.
No es la primera vez que la saga Alien presenta a un ser semejante. Ya en Alien Resurrection apareció un híbrido de monstruo y humano. Pero su apariencia era radicalmente distinta. Aquel se asemejaba mucho al xenomorfo tradicional, mientras que el de Alien: Romulus tiene una estética mucho más cercana a una persona, uniendo además los rasgo de los Ingenieros de la película Prometheus. Por lo pronto, su rostro muestra expresiones y emociones, lo que le hace extremadamente siniestro y diabólico.
De su boca sale un apéndice dentado como el de los xenomorfos normales. La nueva criatura se alimenta de la sangre de sus víctimas, tal y como se ve cuando asesina a su propia madre y empieza a drenarla ante los horrorizados ojos de Rain. Además, en el brutal desenlace de Alien: Romulus demuestra de lo que es capaz. Es un monstruo con el mismo instinto asesino que su pariente alienígena. Es sobradamente rápido y sigiloso, escondiéndose entre las sombras de la nave de escape y el contenedor de carga para atacar a la protagonista por la espalda.
También tiene mucha fuerza, pues destroza de un solo movimiento al sintético Andy, que minutos antes había sido capaz de sujetar un ascensor con sus propias manos. Y este xenomorfo híbrido es, ante todo, extraordinariamente resistente. Cuando Rain le tiene su trampa final, sale precipitado al vacío del espacio. Pero logra algo que ninguno de sus antecesores había conseguido. Es capaz de sobrevivir como si nada incluso en esas condiciones tan extremas. Con su cola se sujeta al contenedor de carga y desde ahí vuelve a atacar a Rain. La joven solo consigue librarse de él en el último momento, lanzándole hacia un cinturón de asteroides.
¿Volverá el nuevo xenomorfo?
En el final de Alien: Romulus, el monstruo, junto al contenedor de carga, choca contra los asteroides. A priori parece una muerte segura. Pero como en toda película, si no hay cadáver no se puede dar nada por hecho. Al comienzo de la cinta se descubre que los xenomorfos pueden sobrevivir en el espacio con sus constantes vitales al mínimo. Este nuevo monstruo, por su parte, aguanta perfectamente las temperaturas y la falta de oxígeno sin ningún problema.
Su enorme resistencia gracias a las mutaciones lleva a pensar que, quizás, haya conseguido sobrevivir al choque. Por el momento es muy pronto para saberlo, pero si Alien: Romulus tiene éxito, Disney podría dar luz verde a una nueva entrega. Y en ese caso, existe la posibilidad de que recuperen al híbrido para una nueva cacería. Ya sea este mismo monstruo o uno creado de manera similar, la saga cuenta desde ahora con una criatura más para provocar pesadillas a sus protagonistas y espectadores.