Los proveedores de VPN abundan en internet. Sus aplicaciones se han hecho muy populares para disfrutar de contenidos de otros países no disponibles allí donde resides normalmente. También para utilizar servicios bloqueados en un lugar que estás visitando, por ocio o por trabajo. Y, finalmente, para proteger tu conexión si accedes a la red desde lugares públicos. Pero, a pesar de su popularidad, hay quien cuestiona su legalidad. Básicamente por su manera de funcionar: dándote acceso a internet empleando un servidor como intermediario, situado en otro lugar de la geografía mundial. Así pues, ¿son las VPN legales?

En primer lugar, para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta que cada territorio tiene y aplica su propia legislación. A nivel estatal, como España, o supraestatal, como ocurre en la Unión Europea. Esto implica que cada país o región aplica unas leyes que pueden ser similares o, por el contrario, muy distintas e incluso antagónicas a las normas a las que estamos acostumbrados. Esto es importante, ya que puede que tengas vía libre para usar VPN, que son legales en tu país, pero tal vez te encuentres de viaje o residiendo temporalmente en un territorio en el que las VPN son ilegales. 

Así que, para evitar sorpresas desagradables, conviene saber en qué países, el uso de las VPN es legal, y en cuáles no. Y eso con independencia del país en el que estén ubicados los servidores VPN a los que accedas. Lo que importa, en este caso, es la ubicación de referencia para saber si una VPN es legal. Es decir, tu ubicación física. Allí donde te encuentras. 

En qué países no son las VPN legales

La buena noticia es que la práctica totalidad de países del mundo permiten el uso de VPN. Esto incluye Estados Unidos, Canadá, casi toda Europa y Latinoamérica. Pero existen una lista de países o territorios en los que las VPN son legales, pero con excepciones. Aquí entra también Estados Unidos, junto a Francia o Reino Unido. Pero también China o Rusia. Y, finalmente, hay un tercer grupo de países en los que no se permiten las VPN. Países como Corea del Norte, Bielorrusia, Omán, Irak o Turkmenistán. Conviene tenerlo presente si viajas a estos lugares.

La lista de países donde las VPN son legales es muy extensa. Pero conviene conocer los países donde las VPN son legales pero con letra pequeña. Es decir, que sí, pero no en algunos casos. Si viajas a países como China, Rusia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, India, Irán, Egipto y Uganda, ellos deciden qué VPN son legales y cuáles no. En estos países, como China, es importante emplear una VPN que ofrezca funciones que enmascaren el uso de VPN. Un buen ejemplo es NordVPN.

En Rusia, por ejemplo, desde 2019, solo se admiten las VPN autorizadas. Para ello, deben registrar los datos de los usuarios y facilitarlos a las autoridades si así lo piden. Es por eso que el proveedor de VPN NordVPN ya no tiene servidores en Rusia. En cambio, en Turquía su uso está limitado. Como en Venezuela. También en Emiratos Árabes Unidos o Egipto, donde usar una VPN para cometer una actividad ilegal puede acarrear multas adicionales o penas de cárcel. Esto incluye contenidos contrarios al gobierno o aplicaciones VoIP como WhatsApp o FaceTime. 

Por qué una VPN puede ser ilegal

Ya hemos visto que hay países y/o gobiernos que recelan del uso libre y abierto de internet. Por lo que ponen limitaciones a los servicios VPN. Para que sean ilegales o para que sean legales, pero estén sujetos a ciertas reglas. El principal motivo de que las VPN sean o no legales es que impide a países con tendencias autoritarias controlar qué contenidos y opiniones se difunden en redes sociales u otras plataformas. En especial, contenido político. Por eso hay medios de comunicación o, directamente, aplicaciones que no funcionan en esos países. Una VPN permite sortear esas limitaciones. De manera que puedas estar informado cuando viajes a esos lugares aunque, oficialmente, no puedas acceder a determinadas publicaciones.

El segundo gran motivo para limitar el acceso a una VPN tiene que ver con las actividades ilícitas, ilegales o cuestionables que puedas hacer a través de esa VPN. Por ejemplo, descargar contenido protegido por derechos de autor o acceder a una plataforma de streaming no disponible en tu país. Sabiendo esto de antemano, la responsabilidad recae en el usuario, por lo que conviene conocer qué dice la ley allí donde estés antes de conectarte a internet mediante VPN.

En países donde las VPN no son legales, conviene emplear un proveedor que garantice tu seguridad
Credit: NordVPN

En España o México, por ejemplo, puedes usar servicios de VPN sin problemas. Aunque deberás tener en cuenta la legislación vigente. Una actividad ilícita sigue siéndolo, aunque la realices a través de una VPN legal. Por su parte, países como Estados Unidos, Francia o Reino Unido, impiden el uso de VPN para acceder a contenido censurado o prohibido. En Estados Unidos, además, son muy celosos con lo que atañe al copyright de contenidos audiovisuales.

Cómo elegir una VPN segura

Una vez tenemos claro si tu proveedor de VPN es legal en tu país o en el territorio al que vas a viajar, y lo mismo respecto a las actividades que vas a realizar a través de la VPN, el siguiente paso es plantearse qué tipo de VPN necesitas para esas actividades. Sin ir más lejos, proveedores de VPN como NordVPN facilitan el acceso a internet desde países con bloqueos y censura como China, Rusia o Emiratos Árabes Unidos

El anonimato nunca va a ser perfecto. Pero servicios VPN como NordVPN añaden capas de seguridad adicionales para sortear los bloqueos e impedimentos en determinados lugares del planeta. Para empezar, NordVPN cuenta con servidores ofuscados, que enmascaran el uso de VPN en lugares donde su uso está prohibido. Además, los servidores no guardan información personal del usuario ni registros que puedan comprometer tu actividad. Y las conexiones son cifradas con algoritmo de rango militar (AES de 256 bits) para evitar su interceptación.

A todo esto hay que añadir funciones como Doble VPN u Onion over VPN, que añaden una segunda capa de seguridad. En concreto, la conexión se realiza a través de dos servidores VPN, en vez de uno. Y en el segundo caso, se cifra el tráfico dos veces a través de la red Tor. Y, para terminar, si la conexión entre tu dispositivo y el servidor VPN se corta, la conexión a internet se desconecta automáticamente para evitar que se filtren datos o que tu ubicación quede expuesta.