Ni un día ha tardado la Unión Europea en volver a acusar en firme a una de las Big Tech que comercian en su territorio. Ayer fue Apple y hoy le toca el turno a Microsoft. La gigante tecnológica ha sido acusada formalmente por Bruselas por competencia desleal y no adecuarse correctamente a la Ley de Mercados Digitales (DMA).

La Unión Europea, de hecho, inició la investigación en julio del 2023, y tras estudiar bien el caso y ver que las medidas impuestas por Microsoft no son suficientes, ha decidido ir un paso más allá. ¿El motivo? La compañía estaría utilizando su posición dominante para ofrecer su servicio de videollamadas Teams por encima del resto.

Y es que, Microsoft fue investigada tras obligar a los usuarios a instalar Teams cuando adquirían un paquete de Office 365 o Microsoft 365. No solo eso, sino que la compañía no ofrecía más opciones e invisibilizaba a otros programas de la competencia.

Tras un par de cambios, y la desvinculación de Teams de los paquetes de Office, la Unión Europea cree que las medidas tomadas son insuficientes y sigue viendo prácticas anticompetitivas en cómo Microsoft se acoge a la Ley de Mercados Digitales.

"Nos preocupa que esté dando una ventaja indebida a su producto sobre el de competidores", comentaba Margrethe Vestager, comisaria europea en el ejecutivo de competencia. Quien también ha avisado de la importancia de proteger la competencia de servicios en remoto para el bien de la innovación tecnológica.

Europa, Loot Boxes

Una multa histórica para Microsoft

Tras la acusación y el envío de los cargos de forma oficial, Microsoft cuenta con un lapso de tiempo sin determinar por la UE para enviar su documentación, hacer alegaciones y argumentar su defensa.

Ahora bien, si la Unión Europea sale vencedora del pleito, Microsoft podría enfrentarse a una multa de hasta el 10% de su facturación anual global. ¿Cuánto dinero es esto? Pues sabiendo que la compañía cerró su último año fiscal con unos ingresos totales de 215.000 millones de dólares, una décima parte de sanción serían unos 21.500 millones de dólares.

En este sentido, es importante destacar que esta cifra fija la cuantía más alta posible, y que en pocas ocasiones acaba siendo la impuesta en caso de fallar en contra. Por lo general, las compañías asumen parte de la culpa, se disculpan con la UE y acaban pagando una suma mucho menor.

Sin embargo, aunque la Unión Europea ha interpuesto una serie de cargos y acusaciones, no ha querido fijar una fecha límite para la defensa de Microsoft, por lo que el pleito y la decisión final podría tardar tiempo en llegar. Toca esperar para saber si la compañía propietaria de Windows riega con sus dólares las arcas europeas.