Estamos teniendo un verano cargadito de noches tropicales. El calor sofocante nos obliga a buscar alguna fuente de frío para conciliar el sueño, pero todos somos bastante conscientes de los riesgos de utilizar el aire acondicionado. Por eso, muchas personas optan por dormir con ventilador. Es una buena opción, desde luego. Sin embargo, al igual que el aire acondicionado, debemos tener en cuenta algunas medidas para evitar enfermarnos por su uso.

Dormir con el ventilador nos puede afectar a tres niveles. Por un lado, el aire en movimiento seca la garganta, los ojos y la piel, por lo que se puede sentir congestión, picor de ojos, dolor de garganta o incluso dolor de cabeza. El flujo de aire constante sobre nuestro cuerpo también puede tensar los músculos, produciendo calambres y contracturas. Y, para terminar, si el ventilador es muy ruidoso posiblemente no nos deje conciliar el sueño.

Esto último depende mucho de la persona, pues hay a quien ese sonido constante le puede resultar relajante. De cualquier modo, hay muchos aparatos silenciosos hoy en día, por lo que esta no es la desventaja principal de dormir con ventilador. En realidad, lo que más nos puede afectar es todo lo relacionado con la sequedad del aire. Por eso, es importante conocer las formas de evitar que esto nos afecte. Con unos cuantos trucos muy sencillos podremos refrescarnos por la noche sin que nuestra salud se resienta por ello.

¿Por qué se seca el aire?

Antes de hablar de trucos para dormir con el ventilador, es importante conocer por qué se seca el aire. Sabemos que suele ocurrir con el aire acondicionado, ¿pero qué pasa con el ventilador?

En realidad, la razón por la que el ventilador seca el aire es la misma por la que enfría. Al contrario que el aire acondicionado, no se trata de una fuente de frío, pero está claro que nos refresca. Si no, no lo usaríamos tanto. La clave está en que, al mover el aire, se facilita que el aire húmedo a nuestro alrededor se intercambie por aire seco. A bote pronto esto es algo bueno. Si sentimos esa sensación tan sofocante es porque el calor nos hace sudar y, para poder refrescarnos, es necesario que ese sudor se evapore. De hecho, esa es la función de la sudoración. El agua que compone principalmente el sudor debe evaporarse, por lo que extrae calor del cuerpo para pasar a estado gaseoso.

El problema es que si a nuestro alrededor el aire ya está saturado de humedad lo más probable es que nuestro sudor se acumule. Con el aire en movimiento del ventilador se retira esa humedad, pero también toda la del aire circundante. Esto provoca que se nos sequen la piel, las vías respiratorias y los ojos. Por eso se producen síntomas como piel áspera, picor en los ojos, dolor de garganta y congestión nasal. La mucosidad intenta aliviar esa sequedad de la garganta y la nariz, pero si se acumula mucho puede llegar incluso a producirse dolor de cabeza. Por eso, es importante evitar que el aire se seque demasiado.

Cuidado al dormir con ventilador si tienes alergias

En el aire puede haber partículas de polvo, ácaros, esporas y otros alérgenos en suspensión. Por ese motivo, las personas propensas a la alergia pueden empeorar si deciden dormir con ventilador. El aire en movimiento lleva todos esos alérgenos directos hacia ellas.

No quiere decir que no deban dormir de esta forma, pero para los alérgicos es aún más importante seguir los trucos que vamos a ver en este artículo.

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Las personas con alergias sufren más los efectos de dormir con ventilador. Crédito: Pexels

Ahora sí: trucos para dormir con ventilador

Podemos dormir con ventilador sin problema, pero lo haremos de una forma mucho más confortable y segura si seguimos estos consejos.

Mantén el ventilador limpio

Sabemos que hay que limpiar regularmente los filtros del aire acondicionado, pero con los ventiladores nos olvidamos un poco. Sin embargo, también hay que tener muy en cuenta la limpieza.

Si las aspas del ventilador tienen polvo o cualquier alérgeno o  microorganismo susceptible de enfermarnos, es posible que llegue hasta nosotros más fácilmente con el aire en movimiento. Por eso, es importante limpiar el aparato regularmente, con especial atención a las aspas. 

Utiliza un recipiente con agua

Es aconsejable poner un recipiente con agua delante del ventilador. Esto ayudará a humedecer el aire que mueve para que no se nos resequen tanto las vías respiratorias. Además, para aumentar la sensación de frío, podemos poner hielo en el agua.

La otra opción es emplear un humidificador. Pero si no tenemos o no queremos el recipiente con agua puede sernos igualmente útil si vamos a dormir con ventilador.

Utiliza un temporizador

En realidad, el problema reside en dormir con el ventilador toda la noche. Si solo lo tenemos encendido un par de horas, las justas para refrescar el ambiente y conciliar el sueño, no llegará a resecar tanto el ambiente. Por eso, podemos utilizar un temporizador. Algunos ventiladores ya lo traen incorporado, pero si no siempre podemos comprar uno por separado.

Calor
La mejor opción es un ventilador giratorio y con temporizador

Usa un ventilador giratorio

Si el ventilador es giratorio, no tendremos siempre el chorro de aire apuntando hacia nosotros, por lo que evitaremos que se reseque tanto la garganta y también que se tensen los músculos.

Ten agua a mano

Si sientes que la garganta se te está resecando mucho, puedes solucionarlo con algo tan simple como beber agua. Una botella en la mesita de noche siempre es una buena opción, pero sobre todo cuando vamos a dormir con ventilador.

beber agua
Beber agua nos ayuda a hidratar la garganta. Crédito: Engin Akyurt (Unsplash)

No lo pongas demasiado cerca

Si tenemos un ventilador pequeño de sobremesa podemos tener la tentación de ponerlo en la mesita de noche, justo al lado de la cara. Sin embargo, lo recomendable es alejarlo un poco, hasta 60-90 centímetros de distancia. 

Si sigues todos estos trucos, podrás dormir con el ventilador sin que tu garganta se resienta. Recuerda que el aire acondicionado tiene peor fama, pero que ninguno de los dos es malo por sí mismo. Solo hay que saber bien cómo utilizarlo.