El Iron Man de Robert Downey Jr. es ya uno de esos personajes inolvidables de la historia del cine. El actor ha marcado una era con su Tony Stark, al que interpretó durante más de diez años. Sobre él se cimentaron las bases del Universo Cinematográfico de Marvel, que le tuvo como principal cabeza de cartel en sus mayores éxitos. Ahora, tras un lustro separados, intérprete y compañía vuelven a unirse gracias a un nuevo personaje. Y es que el hijo pródigo pasa de ser un gran héroe a dar vida al peor de los villanos. Lo hará en 2026 con Avengers: Doomsday, película en la que interpretará al Doctor Doom.

Sin embargo, aunque es cierto que hoy por hoy no puede entenderse el cine de superhéroes sin Robert Downey Jr., la historia podría haber sido muy distinta. De hecho, el propio actor ha confesado que buena parte de la culpa la tiene nada menos que Tobey Maguire. Ambos son amigos desde hace mucho tiempo y actuaron juntos en Jóvenes prodigiosos, en el año 2000. Solo unos meses después, en 2001, Maguire sorprendía al mundo con su primera película de Spider-Man.

Fue aquel estreno, y los dos posteriores, lo que convenció a Downey Jr. de darle una oportunidad al cine de superhéroes. Y es que aquellos años no fueron fáciles para él ni profesional ni personalmente. Pero con las cintas del arácnido empezó a ver la luz. "En tiempo real, vi lo difíciles que eran, lo gratificantes que podían ser y lo populares que se estaban volviendo [las películas de cómics]", explica en una entrevista concedida al podcast de The Hollywood Reporter.

"Había estado limpio durante suficiente tiempo… había tenido hambre durante más tiempo y podía sentir que la obsesión por manifestar la mejor versión de mí mismo regresaba. Extrañamente, había estado entrenando frenéticamente seis veces por semana antes de saber que [Iron Man] iba a ocurrir, y mi psiquiatra me había dicho: 'Simplemente comienza a actuar como si algo grandioso fuera a suceder y prepárate para ello'", añade Robert Downey Jr. El ver a su amigo triunfando como el lanzarredes fue lo que le dio la fuerza definitiva y una visión global de lo que podían ser este tipo de películas.

Spider-Man

Segundas veces

En el año 2008, justo un año después de que acabara el periplo de Maguire como Peter Parker con Spider-Man 3, Robert Downey Jr. protagonizó Iron Man. Esa película fue una arriesgada apuesta que gustó al público y que cambió el séptimo arte para siempre. El actor se redimía de su turbulento pasado. Y el Universo Cinematográfico de Marvel daba sus primeros pasos antes de convertirse en la franquicia más taquillera de la historia. Después, el actor apareció en otras nueve películas, con su personaje sacrificándose al final de Avengers: Endgame en un desenlace épico de su arco narrativo.

Desde aquel momento, el UCM ha ido cuesta abajo. Algunos buenos éxitos como Spider-Man: No Way Home (precisamente con el regreso de Tobey Maguire), Guardianes de la Galaxia Vol. 3 o la reciente Deadpool y Lobezno han tenido que levantar otros sonoros fracasos. Por eso, el estudio ha recurrido a su último as bajo la manga. Repescar a Robert Downey Jr. para que sea Victor Von Doom. Una estrategia que ha sembrado dudas pero que promete arrasar en taquilla en cuanto Avengers: Doomsday llegue a los cines.