Rise of the Ronin no solo es uno de los juegos más esperados de este año para PS5, también es la demostración de fuerza de Team Ninja en los mundos abiertos y, sobre todo, en la una nueva generación caracterizada por la sorpresa que están suponiendo los juegos que, en principio, están fuera de la competencia del AAA, como bien ha demostrado Helldivers 2. Rise of the Ronin cumple con las dos condiciones, un juego de gran ambición, centrado en el mundo abierto, pero muy alejado del estilo pomposo del los títulos gran presupuesto. Y eso es algo tan bueno como malo.

Lo hace con una apuesta narrativa que, hasta ahora, no habíamos visto en el estudio. Team Ninja ha condensado en este juego todo lo que ha venido aprendido en estos años, y eso sabiendo que el estudio es un gran veterano en los juegos de acción, pero no en el mundo abierto con RPG y menos con unas dimensiones como lo que tenemos entre manos.

Por ello, las primeras horas con Rise of the Ronin son una mezcla de escepticismo y sorpresa. El juego entra por los ojos, con un apartado visual que, lejos de las grandes demostraciones de fuerza, sin duda rivalizaría incluso con juego de más presupuesto. Pero con escepticismos porque, como el resto de juegos del estudio, tanto el sistema de combate como en propio gameplay tiene una gran curva de aprendizaje. Esto supone que el jugador más casual se vea tentado por abandonar el juego en sus primeros compases, pero lo cierto es que su apartado narrativo hace todo lo posible para mantenerte a los mandos. El Japón medieval, y la ambientación de juego, también juegan un papel protagonista en esta apartado, y lo cierto es que es uno de sus mayores atractivos.

'Rise of The Ronin': 'rise of the parry'

Rise of the Ronin

Cuando nos referimos a su curva de aprendizaje, Rise of the Ronin toma un poco de Nioh y de uno de sus juegos más interesantes, Wo Long, pero lo hace con una vuelta de tuerca que se aleja un poco del que busca algo sencillo y más narrativo. Si bien las oportunidades de combate son mayores que con estos juegos, con más variedad de armas y diferentes estilos de juego, Rise of the Ronin se basa principalmente en el parry, lo que hace que no todos los jugadores lo vayan a encontrar satisfactorio. Sobre todo si tenemos en cuenta que no es un juego sencillo, ni en su combate ni en sus mecánicas, y hay que hacer un esfuerzo mayúsculo para irse adaptando a su curva de dificultad. Los que hayan jugado a Nioh no tendrán ningún problema, pero si lo comparamos con otros juegos que utilizan una mecánica similar (con muchos matices) como Sekiro, Rise of the Ronin es bastante más tosco, menos fluido e igual de repetitivo en la mayoría sus combates. Un ataque al enemigo en un momento que no toca, o no esperar al momento justo, y se alarga enormemente.

No obstante, el sigilo es una opción tremendamente viable en muchos tramos del juego, lo que reduce considerablemente su dificultad y lo acerca más a un juego de acción tradicional. Además, en muchas ocasiones nos acompañan aliados que distraen a los enemigos y convierten situaciones en un paseo.

Respecto a uno de sus apartados más representativos, el mundo abierto, pues tenemos todo lo bueno del mismo y, también, todo lo malo. El juego se disfruta muchísimo por sus escenarios, y por la diversidad de sus diferentes regiones, aunque no tanto por todo lo que podemos hacer en el mismo. Al igual que los grandes triples A de mundo abierto, Rise of the Ronin repite constantemente actividades a lo largo de todo el juego. El mundo abierto, aunque como decimos, es una delicia en el aspecto narrativo, no lo es tanto en las opciones que ofrece al jugador. Sí, podemos elegir qué camino tomar, qué actividad hacer (los templos, los gatos…) o directamente no hacerlas, pero en la mayoría de los casos, vista una, vistas todas. Y no, no te vas a librar de los cientos de puntos de interés o iconos en el mapa que piden a gritos ir limpiando de actividades zona a zona.

Tiene un apartado interesante, y son la interacciones con los NPCs: podemos establecer relaciones algunos de ellos que se verán recompensadas en forma de aliados en combate, y lo cierto es que algunas de su historia paralelas son muy interesantes y dar bastante profundidad, no solo a la historia, también al escenario del mundo abierto en el que se desarrolla el juego. No esperes que este apartado suponga un salto cualitativo respecto a las opciones inmersivas en comparación con otros juegos similares, pero se agradece este añadido de Team Ninja que lo acerca más a un mundo abierto de 2023 que a uno de 2010.


'Rise of the Ronin': ¿merece la pena?

Rise of the Ronin

Depende mucho de si te acostumbras o no al combate. Es contundente en todos los sentidos, castiga enormemente los errores, pero es tremendamente satisfactorio si haces las cosas bien. Team Ninja ha sabido, con Rise of the Ronin, tomar de aquí y allá para crear un juego bastante completo. El título comparte mucho con Nioh e, incluso, con Ghost of Tsushima, aunque rebaja la dificultad respecto al primero y no es gráficamente tan potente como el segundo, por poner dos ejemplos.

También arrastra algunos de los peores aspectos de ambos, y desde luego no terminamos de tener una opinión clara sobre en qué beneficia un mundo abierto a un título así. A pesar de tener una ambientación bien cuidada y bastante inmersiva, rompe con la línea narrativa y recuerda a esos mundos abiertos con el sello de cierto estudio que todo tenemos en mente, en el que parece que la cantidad es siempre preferible a la calidad, y no estamos de acuerdo, puesto que el mundo abierto tampoco representa una ventaja adicional al desarrollo de la historia principal

Respecto a su rendimiento y calidad gráfica, bueno, no estamos ante un triple A, de los que te dejan con la boca abierta en términos de gráficos, y en según que escenarios se siente antiguo, pero la verdad es que Rise of the Ronin cumple de sobra con todo lo que esperamos de un título así. El rendimiento del juego es bastante bueno en general, quitando algunos crasheos esporádicos y algunas caídas de FPS en ciertas zonas, como en Yokohama o transiciones extrañas en el mundo abierto. No obstante, muchos de los errores de rendimiento parecen haberse solucionado en su parche previo al lanzamiento, por no lo deberás encontrar problemas importantes en tu primera partida.


Sumérgete en el Japón del siglo XIX con las características de la consola PlayStation 5, experimenta la fuerza del combate con la tecnología háptica del mando inalámbrico DualSense y siente el chasquido de la llave de mecha del arma gracias a los gatillos adaptativos del mando inalámbrico DualSense.


En general, si analizamos Rise of the Ronin tomando por separado cada uno de sus elementos, no aporta nada nuevo a lo que ya hemos jugado en infinidad de ocasiones. No obstante, la suma de sus partes lo convierten en un juego bastante completo, en el que pasar unas cuantas horas. Es la definición exacta de un título que gana por la suma de sus partes, pero quizás esto no sea suficiente para convencer al jugador más casual. Y sobre todo, a aquellos cansados de los juegos de mundo abierto. [7/10]