En una gama media cada vez más saturada Realme pretende hacerse un hueco entre marcas como Nothing, Samsung y el gigantesco catálogo de Xiaomi. La apuesta más importante de su nueva serie es el Realme 12+, un dispositivo que llega con un diseño elegante, una pantalla prometedora y una cámara única en el segmento.

Su objetivo es situarse un escalón por debajo del Realme 12 Pro+ que analizamos hace unas semanas, y lo hace no solo con una lista de características más modesta, sino también con un precio más atractivo. Para entendernos, está en un punto intermedio entre los gama media más modestos y los más premium.

Y no es algo que digamos a la ligera, llevamos unas semanas probando este Realme 12+ para contarte todo lo bueno, lo malo y si lo recomendamos por encima del resto de opciones del mercado. Hemos salido a probar su cámara, hemos jugado para ver hasta dónde es capaz de llegar y nos hemos parado a analizar los aspectos más destacables que Realme ha integrado en este smartphone que situado en el rango de los 350 euros.

¿Es este Realme 12+ una opción a tener en cuenta en la actual gama media? ¿Es interesante comprarlo en su lanzamiento? ¿Qué viene dentro de su caja?

Trasera de cuero vegano y una caja lista para el disfrute

Voy a empezar por el principio, la caja en la que viene este Realme 12+. Antes de que lo preguntes: incluye el dispositivo, los típicos manuales, una herramienta para extraer la SIM, una funda de silicona transparente y un cargador completo de 67 W. Vamos, que no vas a tener que invertir ni un solo céntimo extra, pues todo lo que necesitas para exprimirlo viene dentro del packaging.

Tras quitar el plástico protector al Realme 12+ se vislumbra su punto fuerte, el diseño. La compañía ha utilizado una trasera de cuero vegano con un aspecto premium y un tacto suave nada resbaladizo. Además, se integra a la perfección con los marcos planos y la incrustación longitudinal que 'corta' la trasera.

Ofrece lo que promete: un tacto diferente al resto de opciones de gama media que suelen ser de plástico o cristal. Este cuero vegano también es capaz de librar las huellas, aunque su naturaleza lo hace más delicado a las manchas y los rayones.

El tacto suave y blanco lo ofrece una fina lámina de cuero vegano que puede sufrir si no eres cuidadoso, lo llevas en una mochila sin protección, etc. Es más bonito que el plástico, pero también más débil.

Tras utilizarlo durante días sigue con el mismo aspecto que al principio, pero me preocupa cómo se podría comportar el material tras un uso más prolongado.

Ahora bien, quien no se libra de las huellas es el marco lateral. Este es completamente plano y, aunque pueda parecer de metal, está fabricado en plástico. El acabado pulido es una mala noticia para las marcas que dejan los dedos, aunque le da un aspecto bastante elegante y contrastado con la trasera de 'cuero'.

Valorar si es bonito o feo no es mi objetivo con este análisis. Este Realme 12+ puede ser más o menos de tu agrado, pero lo que sí puedo asegurarte es que se trata de una opción diferente que acabarás disfrutando por encima del plástico o el cristal.

Eso sí, para cuidarlo tendrás que integrar una funda, por lo que el diseño pasará a ser simplemente estético y la ergonomía 'premium' quedará en el olvido.

Una buena pantalla para exteriores y una tactilidad perfecta

La pantalla es el aspecto que más me ha gustado y sorprendido de este Realme 12+. Un rápido vistazo a sus características nos revelan una diagonal de 6,72 pulgadas, una resolución FullHD+, tecnología AMOLED y una tasa de refresco de 120 Hz. Es lo normal en este rango de precio, pero su experiencia suma un par de detalles que la convierten en una opción, en mi opinión, por encima de la media.

El brillo de su pantalla, a pesar de no ofrecer la cifra más alta de la gama media, me ha dejado bastante sorprendido. Su uso en interiores es el correcto que todo smartphone debería ofrecer, pero la cosa cambia en los exteriores. Es aquí donde saca a relucir un buen contraste y una luminosidad que permite utilizarlo a pleno sol sin problemas de visualización.

Este detalle se complementa con una tactilidad sublime. No exagero. Hacía tiempo que no probaba una pantalla —en la gama media— con una respuesta tan delicada y precisa. El más mínimo toque y deslizamiento ofrecen un feedback digno de un panel ubicado en la gama alta.

Sumando los 120 Hz a la ecuación, Realme ha conseguido que la experiencia de navegar por la interfaz o realizar cualquier acción sea digna de un terminal más avanzado. Jugar y ver contenido multimedia serían dos grandes motivos por los que recomendaría este dispositivo.

Realme 12+

Y respecto a los colores del panel, como viene siendo común desde hace unos años, en los ajustes hay una gran cantidad de configuraciones disponibles para llegar a ese punto intermedio entre la naturalidad y el alto contraste de la tecnología AMOLED.

En definitiva, creo que estamos ante el mejor apartado del dispositivo, pues ofrece unas características en la media y una experiencia que sube de nivel y destaca gracias a las diferentes tecnologías propietarias.

Tener un buen brillo o una tactilidad perfecta son detalles que puedes pasar por alto en un principio, pero que acabas valorando cuando cambias de dispositivo y ya no están.

Cámara triple firmada por Sony

Pasando al apartado fotográfico, este Realme 12+ consigue ofrecer una calidad bastante decente y una versatilidad que puede llegar a abrumar con tantas opciones. Pero que no te engañe su módulo de cámara: solo 3 de los 4 'agujeros' son sensores.

Para empezar, ha incluido como protagonista el sensor Sony LYT-600 de 50 megapíxeles con OIS. Realme alardea de que es el primer gama media en incluirlo, aunque esto no significa que sea la mejor opción posible.

Este sensor es el encargado de realizar las fotografías en 1x y 2x. Así es, el Realme 12+ no tiene un sensor teleobjetivo y utiliza un recorte de la focal principal. Esto hace que no sea un zoom óptico, aunque el resultado, siempre que se fotografíe en buenas condiciones de luz es bastante decente. Aquí van unos cuantos ejemplos.

La cámara destaca por conseguir unos colores naturales fieles a la realidad, así como unos detalles de calidad y un zoom digital que si bien no es la panacea, sirve para acercar esas tomas más alejadas con unos resultados aceptables.

Ahora bien, la situación empeora cuando cambiamos las condiciones de buena luz por tomas interiores o con una luminosidad más pobre. Aquí el ruido comienza a tener presencia y los detalles se pierden con sombras muy marcadas y distorsión cuando se pretende hacer zoom en ciertas zonas.

En el caso del sensor gran angular he encontrado un comportamiento muy similar. Ofrece una apertura de 112° y sus resultados son aceptables hasta que las condiciones de luz comienzan a bajar. Ahí van un par de ejemplos.

Por último, toca hablar del sensor macro, ese que utilizarás de vez en cuando para algún detalle tonto. Lo hubiese cambiado sin pensarlo por un zoom x2 óptico, pero entiendo que de esta manera dotan de mayor versatilidad al apartado fotográfico. Si te gusta hacer fotos a insectos, vas a valorar esta cámara.

Su enfoque empieza a ser decente cuando bajas de los 4 centímetros de distancia, por lo que debes acercarte bastante al objetivo. Además, su uso está destinado exclusivamente a la fotografía diurna por la naturaleza del sensor y la luminosidad que necesita para conseguir estas tomas ultra cercanas. Versátil es, solo hace falta encontrar la utilidad.

A modo de resumen, creo que es una cámara interesante, con unos resultados decentes y que gran parte de los usuarios de la gama media valorarán positivamente. Eso sí, no se trata de la mejor opción del mercado en este apartado, ni mucho menos. Hay dispositivos que gestionan mejor la calidad, la bajada de luminosidad y que sí ofrecen ese sensor con zoom óptico tan versátil.

Por último, aunque la variedad de sus sensores no es la mejor, Realme sí que ofrece una completa aplicación de cámara. Esta incluye una gran cantidad de modos, opciones de configuración más profesionales, filtros, retrato, panorámica, vídeo en cámara lenta y un largo etcétera que suman unos buenos puntos al apartado fotográfico del Realme 12+.

Realme 12+

Un rendimiento decente, una buena batería y una carga veloz

Entrando en materia de rendimiento, lo primero es lo primero. El Realme 12+ integra un procesador MediaTek Dimensity 7050, una GPU Mali-G68 y una memoria RAM de 8 o 12 GB. El conjunto ofrece un perfeormance decente y en la media que permite utilizar gran parte de las aplicaciones y juegos de la Play Store sin problema.

De hecho, he jugado a entregas como Call of Duty: Mobile durante un par de sesiones y la experiencia, sin ser sobresaliente, es más que decente. Ajustando los gráficos en un punto intermedio es posible disfrutar y olvidarse en todo momento de ralentizaciones o lag.

Y en cuanto a la navegación por la interfaz o el uso diario del sistema, tampoco puedo destacar nada más allá de una buena experiencia sin problemas reseñables. Las aplicaciones se abren rápido, las animaciones son fluidas y las descargas e instalaciones desde la Play Store son considerablemente rápidas.

Este último detalle, para los menos expertos, denota una buena gestión del chip a la hora de bajar contenido e integrarlo en el sistema.

Realme 12+

Por otro lado, el rendimiento de la batería es normal y ofrece variaciones importantes dependiendo de las condiciones del dispositivo. Toda ventaja suele acarrear un inconveniente, y el brillo y los 120 Hz no son muy amigos de conseguir una autonomía decente. Es posible, pero entran en juego muchos detalles como el modo de visualización, cuánto utilizas la cámara, si sueles estar bajo una red WiFi gran parte del día y un largo etcétera.

Mi experiencia ha sido buena, y los días que no he realizado pruebas intensivas he conseguido llegar al final del día con un uso medio sin demasiados problemas. ¿El resto de días? Realme ha pensado en ello incluyendo un cargador de 67 W y una carga rápida compatible con dicha velocidad.

Tengo poco que decir sobre esta característica más allá de que unos minutos suelen ser suficientes para poder terminar el día con una buena dosis de batería restante. No es la carga más rápida, pero tampoco vas a necesitar más para pasar por el enchufe unos instantes y seguir con tus cosas.

Eso sí, el cargador tiene un peso considerable (146 gramos) y un tamaño importante para poder ofrecer estas velocidades. Además, si eres amante del USB C hay una pequeña mala noticia para ti: uno de los extremos del cable es USB A.

Los detalles del Realme 12+

Hay varias cosas del Realme 12+ que no entraban en los anteriores apartados, que me han llamado la atención durante las pruebas y que merecen un par de líneas para completar tu idea sobre este dispositivo.

Lo primero es que es resistente al agua. No lo he sumergido ni puesto a prueba en este sentido, pero la compañía afirma que tiene una protección IP54 capaz aguantar salpicaduras y chapuzones ligeros. Nada mal teniendo en cuenta su trasera de cuero vegano.

¿Qué hay del software? Este Realme 12+ incluye Android 14 personalizado con Realme UI 5.0. Es una capa de personalización bastante completa y permite una configuración bastante extensa del dispositivo, aunque no abruma si lo que quieres es simplemente encenderlo y disfrutar.

Eso sí, un detalle que no me ha gustado demasiado es que incluye una buena cantidad de apps y servicios preinstalados. La mayoría se pueden borrar sin mayor problema, pero creo que los juegos que incluye o las aplicaciones como Temu no aportan demasiado a la experiencia.

Realme 12+

Otro detalle es que cuenta con una conexión jack 3.5 mm para auriculares. Gran parte de los smartphones ya carecen de ella, pero Realme sigue apostando por el cable para mejorar su conectividad. Por cierto, está situada en la zona superior.

En cuanto al sonido, el Realme 12+ consigue llamar la atención en los primeros segundos gracias a su volumen, pero la experiencia se nubla ligeramente con una calidad tirando a media. Su caja de resonancia actúa demasiado y todo el dispositivo vibra considerablemente cuando escuchas una canción o una película. No es nada dramático, pero sí un detalle que no permite alabar este aspecto.

Siguiendo con los detalles, la ranura de la tarjeta SIM es doble, pero uno de los slots se comparte con la microSD, por lo que no podrás tener las tres opciones insertadas a la vez.

Por último, puedo contarte que el sensor de huellas funciona a la perfección. Está integrado en la pantalla, es rápido, apenas me ha fallado y tiene un sistema que lo ubica cuando la pantalla está apagada y mueves ligeramente el dispositivo. Además, apenas es necesario mantener el dedo en el sensor, pues una pulsación bien hecha desbloquea la pantalla casi al instante.

¿Merece la pena el Realme 12+?

Se nota que Realme ha hecho un buen trabajo integrando componentes de calidad y haciendo un diseño elegante y atractivo, aunque no ha conseguido la redondez.

La experiencia general del Realme 12+ es buena y puede sorprender a más de uno en apartados como la pantalla o el diseño, pero decepcionar en otros si las espectativas fotográficas van un poco más allá de la media.

Además, echando un vistazo a su precio no es posible considerarlo como un smartphone económico, pues su PVPr para la versión de 8+256 GB es de 359 euros, mientras que el modelo de 12+512 GB aumenta hasta los 399 euros. No es caro, pero tampoco barato.

Son cifras en las que se mueven una gran cantidad de dispositivos interesantes de marcas como Nothing, Samsung, Oppo o Xiaomi, por lo que es necesario estudiar bien el mercado, fijar unas necesidades y ver qué terminal las aborda mejor.

Realme 12+

Ahora bien, si su diseño te ha gustado y encuentras alguna promoción interesante se trata de una compra recomendable que te va a ofrecer una buena experiencia en casi todos los apartados. Sobre todo si buscas el equilibrio por encima de un aspecto clave muy destacable.

Con este Realme 12+ la compañía demuestra que hay mercado más allá del catálogo de Xiaomi y que los diseños atrevidos que dejan atrás el plástico y el cristal no son exclusivos de la gama alta.