Noland Arbaugh se habrá sentido como el hombre con la peor suerte del mundo luego de que se lanzara de clavado a un lago, solo para golpearse la cabeza con algo y emerger del agua incapaz de mover un músculo. Había quedado paralizado instantáneamente del cuello para abajo. Aquello ocurrió en el 2016, el mismo año en que Elon Musk fundó Neuralink, prometiendo mejorar la vida de las personas con discapacidades a través de implantes cerebrales, para empezar. A largo plazo, Musk ha planteado hacer posible la telepatía. Pero eso ya será en un futuro muy lejano, como la profetizada llegada a Marte de Spacex.

Mientras tanto, la vida del primer paciente de Neuralink ya ha cambiado por completo. En enero le fue implantado con éxito un dispositivo llamado "Telepathy", que se encarga de decodificar señales de movimiento intencional en el cerebro para traducirlas en comandos de computadora. Ahora es capaz de mover el cursor de su computadora con solo pensarlo.

Arbaugh fue uno de los pocos afortunados en ser seleccionados para recibir el implante. Según Musk, el objetivo de Neuralink es operar a once personas en el 2024. Con ambiciosos planes para incrementar esa cifra a 22.000 para el año 2030. Al inicio le resultó algo tedioso, ya que aprender a usar el dispositivo requiere largas sesiones de práctica durante las que fue guiado por los empleados de la compañía. Pero valdría la pena, juzgando por cómo su rutina fue transformada para bien.

Noland Arbaugh controlando su computadora a través de su implante Neuralink para jugar el juego de la serpiente.

Cómo su rutina cambió por completo

Antes del implante, la rutina de Noland consistía en pasar todo el día acostado en su cama. Se levantaba para ducharse o si alguien venía a verlo, pero fuera de esas situaciones, no tenía razones ni motivación para hacer nada más. Afirma que prácticamente pasó cinco años sin hacer nada luego de su accidente. Hasta que sintió un impulso por tomar el control de su vida de nuevo, por lo que comenzó a aprender idiomas para concentrarse en algo productivo.

El implante cerebral de Neuralink era justo la herramienta que Noland necesitaba para retomar el control de su vida. Se ha convertido en un adepto al multitasking. Su rutina actual consiste en hacer varias cosas a la vez durante todo el día. Constantemente está escuchando audiolibros. También suele comenzar a ver alguna serie mientras juega un videojuego al mismo tiempo. Alternar entre muchas actividades distintas ya le resulta instintivo, no le presenta ninguna dificultad.

Ser capaz de controlar su laptop sin ayuda le ha permitido recuperar gran parte de la libertad que había perdido. La enorme impotencia que genera ser parapléjico es difícil de imaginar. Noland afirma que, en ausencia de una cura, lo que más puede querer alguien que sufre de su condición es independencia.

Competidoras de Neuralink han estado experimentando con implantes similares.

Posibilidades futuras

Llamó mucho la atención el reporte de que Noland había pasado toda la noche jugando Civilization VI, un juego de estrategia que le encantaba al paciente. Solía haber abandonado la esperanza de jugarlo de nuevo, debido a lo tedioso que resultaba el proceso antes del implante. Puede sonar como una trivialidad, pero avances como estos mejoran muchísimo la calidad de vida de personas sufriendo de una condición tan limitante.

El objetivo a futuro es devolverle a personas como Noland el funcionamiento óptimo de su cuerpo. Pero mientras ese sueño se hace realidad, el paciente mencionó durante una reunión con Neuralink lo genial que sería si algún día podría llegar a controlar un robot Tesla Optimus a través de su implante. Cuenta emocionado que así podría encargarse del 90% de las actividades para las cuales necesita de otras personas. Combinado con su propio automóvil Tesla, las posibilidades son infinitas.

Habla de este robot.

Es fascinante ver cómo una tecnología proveniente de la ciencia ficción poco a poco se hace realidad. Es necesario contar con una imaginación sin límites para dar vida a proyectos innovadores que alteren fundamentalmente las capacidades de los seres humanos. Seguiremos estos avances con atención, mientras imaginamos cómo se verá el mundo en unas cuantas décadas.