La semana pasada, una de las noticias más importantes de la industria del videojuego fue, sin duda, las especificaciones filtradas de la PS5 Pro. Esa primera ronda ya apuntaba a un santo sin precedentes para la consola más potente de Sony hasta la fecha, que supuestamente llegará en algún momento antes de la Navidad de este mismo año. Ahora, gracias a Insider Gaming, conocemos más especificaciones de lo que tiene entre manos Sony para su consola más espectacular.
Según Tom Herderson, conocido insider de la industria, la PS5 Pro mantendría algunos aspectos fundamentales de la versión actual, pero ofrecería una vuelta de tuerca en términos de rendimiento neto. En este sentido, la CPU, uno de los elementos más importantes de la consola, no cambiaría. Se mantendría la CPU actual, pero en el caso de la Pro se incluiría un "Modo de alta frecuencia de CPU", que sube aumenta sus especificaciones hasta los 3,85 GHz, un aumento del 10 % con respecto a la consola estándar.
Este modo de alta frecuencia de CPU, lo que haría sería asignar más potencia a la CPU a cambio de reducir la velocidad de la GPU en aproximadamente un 1,5 %, algo que no importaría mucho puesto que este último elemento sería el que más cambios incluiría en la PS5 Pro.
PS5 Pro: un salto sin precedentes en gráficos
La GPU de la PS5 Pro, como ya vimos en la pasada filtración, sería la gran ganadora de la nueva versión. Ofrecería, sobre el papel, un renderizado un 45% más rápido que PS5 estándar, trazado de rayos hasta 4x más potente y un total de 33,5 Teraflops, un salto sin precedentes teniendo en cuenta que el modelo actual se queda en 10,3 Teraflops. Una cifra incluso pro debajo de la Xbox Series X.
Esto ofrecería una mejora del antialiasing PSSR (PlayStation Spectral Super Resolution Upscaling), compatibilidad con resoluciones de hasta 8K, mejoras para el uso de la IA, de hasta de 300 TOPS de computación de 8 bits o 67 TFLOPS de punto flotante de 16 bits.
También habría mejoras significativas en el audio. Según las últimas filtraciones, el ACV de PS5 funcionaría a una velocidad de reloj más alta que la de PlayStation 5 estándar, lo que daría como resultado que la biblioteca ACM ofrezca un 35% más de rendimiento. Además, tenemos nuevas especificaciones para los otros dos elementos clave de la consola: la memoria y la GPU. En el caso de la primera, daría el salto hasta los 576 GB/s (18GT/s), lo que supone un aumento del 28% respecto a la PS5 actual, que ofrece 448 GB/s (14 GT/s).
Respecto al precio, sería lo más competitiva posible, por lo que parece que seguirá los pasos de la PS5 Slim, que se vendría por separado, y 1TB de almacenamiento. De momento, es solo una filtración y habrá que esperar si la consola se hace realidad para el otoño, fecha en la que todos los rumores coinciden como la elegida para el lanzamiento.