Tras el anuncio de las Apple Vision Pro, es probable que hayas leído u oído que el visor de la compañía sustituirá al iPhone, o que serán “el próximo iPhone”. Se dice por dos motivos: primero, porque anticipan que este será un punto de inflexión a la altura del teléfono de Apple. Segundo: porque ofrece muchas de las funciones que un smartphone integra, pero con las ventajas de la realidad virtual y aumentada.
Sin embargo, esta segunda creencia no es del todo correcta. El foco de las Apple Vision Pro está, en realidad, en hacer “todo lo que tu Mac o iPhone pueden hacer y más”. No lo digo yo. Ha sido el propio Tim Cook, CEO de Apple, el que ha situado la diana en una reciente entrevista al programa Good Morning America de ABC News.
En cualquier caso, no hace falta que el máximo responsable de la compañía lo afirme en TV. Es fácil llegar a esta misma deducción esto observando simplemente el planteamiento que Apple ha puesto sobre la mesa con las Vision Pro: las gafas de Apple están pensadas para usarse durante periodos concretos de tiempo, de la misma manera que el Mac o el iPad. Un planteamiento que dista claramente del del iPhone o el Apple Watch, ideados para acompañarnos durante todo el día.
Las Apple Vision Pro pueden suponer para el Mac y el iPad lo mismo que el iPhone terminó siendo para el iPod
Esta enfoque es apreciable en muchos puntos. Las gafas, de partida, tienen limitaciones técnicas que, incluso si lo quisiera, le impedirían reemplazar al iPhone –como la batería, claramente inferior a la de un móvil–. También, por su fisonomía, no puede igualar a un smartphone en portabilidad.
Asimismo, es importante tener en cuenta que las gafas de AR/VR suponen una mayor barrera en la interacción social, a pesar de los esfuerzos de Apple. Es decir: se interponen más en nuestra vida cotidiana. Y es algo inherente al tipo de producto que es.
En tercer lugar, Apple tiene claro que las Vision Pro han sido diseñadas para utilizarse en espacios cerrados, como en una oficina o en casa; en ninguna de las demostraciones se puede ver a un usuario utilizando el visor mientras camina por la calle o en un lugar público, como en una cafetería.
Asimismo, las Apple Vision Pro montan el procesador M2, toda una declaración de intenciones. La compañía no ha querido montar un chip de la serie A –los que incorporan los iPhone– que sea más eficiente energéticamente. Quiere que podamos ser productivos con las Vision Pro de la misma forma que lo somos con el Mac o el iPad. Y por eso ha incluido un chip con el que podemos, incluso, editar vídeo, hacer diseño gráfico, etc.
Prueba de esto es también la disponibilidad de las apps del iPad en la App Store del visor, así como las demostraciones que Apple hizo durante la presentación, en las que se mostraban situaciones en las que, tradicionalmente, habríamos usado un Mac o un iPad.
Por lo tanto: aunque las Vision Pro puedan llegar a ser tan trascendentales como el iPhone, la realidad es que este producto no tiene el objetivo de reemplazar al iPhone. No, al menos, si Apple se mantiene firme en el concepto que ha presentado en la WWDC 2023. Quien sí puede temer por su futuro es el Mac y el iPad. De hecho, no sería una sorpresa que las Vision Pro, con el paso de los años, terminen suponiendo para estos dos dispositivos lo mismo el iPhone terminó siendo para el iPod.