El cambio climático no viene solo cargado de olas de calor. Todos los extremos meteorológicos están aumentando y seguirán haciéndolo, por lo que cabe esperar que haya muchas inundaciones en lugares en los que antes no eran tan habituales. Ahora bien, ¿se pueden predecir estas inundaciones a largo plazo?

La respuesta rápida es que no. Es imposible saber si una ciudad sufrirá una gran inundación con mucha antelación. No obstante, sí que se puede saber cuál es el riesgo de inundación, teniendo en cuenta tanto el clima como la conformación de los edificios y las calles de la zona.

Hay cosas básicas, como construir edificios en las ramblas, que pueden hacer que el riesgo de inundaciones aumente muchísimo. Eso es algo que ya tienen en cuenta algunos ingenieros urbanos, aunque muchas veces el afán por construir más y más edificios hace que las constructoras se olviden del riesgo. Pero algo como el desorden de las calles y el espacio entre edificios también puede influir mucho en el riesgo de inundaciones y, aun así, no se ha tenido en cuenta hasta ahora.

Por eso, un equipo de científicos de la Universidad de California Irvine ha desarrollado una fórmula dirigida a calcular estas probabilidades para que los ingenieros urbanos puedan diseñar con antelación la mejor conformación para evitar que el agua arrase los edificios. 

Ciudades contra inundaciones

Lógicamente, la presencia de un río o un embalse cercanos son un punto clave a la hora de predecir las probabilidades de inundaciones en una edad. También se deben tener en cuenta los modelos climáticos. Pero otros factores como la densidad de los edificios y la red de calles, más o menos desordenada, pueden incluir muchísimo.

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La densidad de los edificios y la red de calles pueden influir en las inundaciones. Crédito: Jonathan Ford (Unsplash)

Para la realización de este estudio, sus autores realizaron miles de simulaciones informáticas con distintas conformaciones urbanas, basándose en las leyes de la física. Tuvieron en cuenta sobre todo la dinámica de fluidos, para observar cuáles serían las consecuencias de una gran tormenta.

Una vez realizadas todas esas simulaciones, utilizaron los resultados de las mismas para desarrollar una fórmula basada en la estadística mecánica.

No es una fórmula sencilla

Realmente, en este estudio se describen varias fórmulas, ya que en cada una de ellas se necesitan parámetros obtenidos de otras fórmulas anteriores. 

En general, se tienen en cuenta factores como la densidad de los edificios, la conformación cuadrada o hexagonal, el ángulo entre edificios o el grado de desorden. Son fórmulas complejas, que requieren ciertos conocimientos de matemáticas y física, pero pueden verse todas en este enlace.

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La fórmula es bastante compleja. (No es ninguna de las de la imagen) Crédito: Artturi Jalli (Unsplash)

La idea de los autores de la investigación es que se enseñe en las universidades. Así, los futuros arquitectos e ingenieros civiles la podrán tener en cuenta. También esperan que quienes ya hayan acabado la carrera la aprendan para construir nuevos edificios de manera que no se perjudique a la ciudad. 

Las inundaciones serán cada vez más frecuentes a medida que avance el cambio climático. Por eso, estos cálculos quizás en el pasado no habrían sido necesarios, pero ahora marcarán la diferencia. Incluso si tu ciudad ahora mismo es carne de inundaciones, aún hay tiempo de intentar solucionarlo.