Vuelve el debate, esta vez en Europa, sobre el escaneo de mensajes para proteger a los menores de los abusos. No es algo nuevo, puesto que ya trajo polémica en el pasado, sobre todo cuando una compañía como Apple anunció la puesta en marcha del CSAM (ya descartado). Ahora, es la Unión Europea está cada vez más cerca de aprobar nuevas normas que exigirían el escaneo masivo de mensajes digitales, incluidos los cifrados, para luchar contra el abuso infantil.
De momento, y como suele ser habitual en estos desarrollos legislativos, es solo una propuesta que está próxima a votarse. Y de ser positiva dicha votación, todavía tendría que ponerse en marcha el proceso legislativo de Europa.
Lógicamente, desde la propuesta inicial de 2022, muchas voces han sido especialmente críticas con esta futura —y posible normativa—. El borrador inicial describía la puesta en marcha de un sistema de moderación que escaneaba todos sus mensajes digitales, incluidas imágenes, videos y enlaces compartidos. Además, obligaba a cada plataforma y servicio implementarla y a solicitar permiso para escanear los mensajes. Si el usuario no aceptaba, el sistema no podría compartir imágenes ni URL.
Desde entonces, la regulación se ha suavizado en parte, pero no ha terminado con el problema, con un cambio importante el pasado noviembre que garantizaba, al menos sobre el papel, que los estados no podrían participar en escaneos masivos de archivos, fotografías y mensajes en nombre de la lucha contra el crimen.
Signal, EFF, Mozilla y otras organizaciones en guerra contra la propuesta de Europa
El simple hecho de que la UE haya propuesto el escaneo masivo del contenido, e incluso, y aunque no definitivo, de los mensajes cifrados, ha encendido todas las alarmas. Según organizaciones como la EFF, sin dichos cambio, la propuesta habría sido un desastre para la privacidad y la seguridad en línea. No obstante, solo fue una pequeña victoria de una guerra aún más grande.
Y es que la última propuesta especifica que los servicios en línea, incluyendo plataformas y servicios de mensajería, se verían obligados a instalar cierto software para que permitir la detección de material de abuso infantil. La letra pequeña este software obligatorios debe incluir lo que han denominado “tecnología examinada”. En otras palabras, software aprobado por el gobierno que permitiría a las fuerzas del orden escanear las fotos, mensajes y archivos de cualquier usuario. Debe ser el usuario el que de su consentimiento para el escaneado sí, pero en caso contrario no podría utilizar los servicios.
Sobre los mensajes cifrados, la trampa es similar. La propuesta incluye que en los casos de mensajería con cifrado de extremo a extremos, el sistema de análisis y control haga un escaneando el contenido de sus mensajes antes de que aplicaciones como Signal, WhatsApp y Messenger los cifren. Algo a lo que compañías como Signal se oponen fontalmente. Tanto que, si se aprueba la propuesta, dejará de funcionar en Europa, según su presidenta. Otras organizaciones, como la EFF o Mozilla, ha puesto en marcha una declaración conjunta instando a la UE a rechazar todas las propuestas de este tipo que incluyan el escaneo del contenido de los usuarios:
Nos preocupa que el Consejo de la UE no esté siguiendo el mismo camino. La Presidencia belga sigue abogando por el uso de tecnologías de escaneo para servicios de mensajería cifrada, así como otras limitaciones desproporcionadas a los derechos digitales. La detección de contenido ha sido un tema polémico para varios estados miembros de la UE que hasta ahora se han opuesto a las tecnologías de escaneo del lado del cliente, porque entienden con razón que crean serios riesgos de seguridad y privacidad, permitiendo un monitoreo general y socavando los derechos humanos. Agradecemos a los Ministros del Consejo su reconocimiento de la importancia del cifrado y los esfuerzos para protegerlo.
¿Qué pasará en el futuro? Es una incógnita. La presidencia belga en turno de la UE termina este mismo mes y es la precursora principal. En el pasado, propuesta similares no han tenido mayoría para convertirse en proyectos legislativos, y puede ser que la presión de los usuarios lleva a la marcha atrás. De momento, habrá que esperar.