El remake de El cuervo no solo es la oportunidad que buena parte de los fanáticos de la icónica original esperaban para ver el regreso de Eric Draven. A la vez, es una exploración, ahora sí, con todos los recursos de un blockbuster de una historia célebre en el mundo del cómic. La combinación entre ambas cosas, lleva la apuesta de la producción dirigida por Rupert Sanders a un nuevo nivel. En particular, al crear el escenario para que la saga, ahora sí, pueda desarrollarse en toda su riqueza y extensión.
Claro está, se trata de una labor titánica. Después de todo, la cinta de 1994 de Alex Proyas se ha hecho un lugar entre un tipo de cine a mitad de camino entre lo tenebroso y un reclamo inmediato del de culto. Ya sea por la muerte violenta de su protagonista durante la filmación, como la forma en que el realizador, logró plasmar el mundo comiquero en la pantalla grande. Lo cierto, es que la cinta revolucionó en cierta manera la figura del antihéroe. A la vez, la de las adaptaciones de los cómics, antes que esto último fuera tendencia.
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Todo lo anterior, hace de El cuervo y su universo, uno de los más intrigantes de la historia del cine. Tal vez se trate de su cualidad incompleta o el hecho de las muchas posibilidades que todavía tiene para mostrar lo mejor de sí. Ahora mismo, los oscuros territorios en que se mueven Eric Draven, parecen más vigentes que nunca. Por ese motivo y si quieres disfrutar de la película, te dejamos tres cosas que deberías recordar sobre la saga. Una recopilación de lo mejor y más singular de una franquicia que espera, ahora sí, recuperar su sitial como una de las siniestras y extrañas del cine.
La saga está basada en un cómic
La historia de Eric Draven, se basa en una serie de cómics de James O’Barr, que tuvo que luchar contra la indiferencia del mundo editorial para publicar su obra. De hecho, antes de llegar al público gracias a Caliber Comics en 1989, la historia del hombre que regresa de la muerte para vengarse sufrió innumerables rechazos. Ya fuera por su tono oscuro — que lo alejaba por completo de las historietas más corrientes — o su trasfondo filosófico. El cuervo pasó por todo tipo de dificultades antes de encontrar una editorial dispuesta a correr el riesgo.
El esfuerzo valió la pena. El cómic con sus cuatro primeros volúmenes fue publicado y de inmediato se convirtió en un éxito. Tanto, para a principios de los noventa lograr convertirse en la historia gráfica más vendida, que partía de una casa independiente. Mucho más aún, se hizo célebre por su marcado tono gótico, en combinación con un relato de violencia sangriento. Lo que la convirtió de un público fiel que siguió su recorrido hasta su conclusión en 1992, de la mano Tundra Publishing. Un año después, Kitchen Sink Press publicó un volumen recopilatorio, que incluyó material nuevo.
¿Un dato curioso? El escritor concibió el cómic en un intento de explorar en el duelo, el dolor y la pérdida, luego de la muerte de su prometida, fallecida en un accidente trágico. Lo que llevó al relato gráfico a un nivel de profundidad y detalle poco común. En particular, lo tocante a la psicología del antihéroe Eric Draven.
El protagonista de la primera versión murió en el set de filmación
A principios de 1990, Brandon Lee — hijo de Bruce Lee — , era una estrella en ascenso. En especial, por la forma en que su educación acerca de artes marciales y el cine de acción, le facilitaba papeles de esa naturaleza. Pero además, por su sensibilidad al interpretar a héroes, la mayoría de las veces tan adorables como diestros en todo tipo de formas de defensa.
La combinación le hizo el candidato ideal para encarnar a Eric Draven. Para cuando Lee fue escogido para el proyecto, el director Alex Proyas había dedicado tiempo e interés en desarrollar un mundo amplio y curioso. Todo, basado en el cómic de James O’Barr pero, también, en la imaginaria gótica. El resultado fue una estupenda puesta en escena, que permitió al actor, sacar el mayor provecho de su oscuro y violento personaje.
Una cinta que atravesó todo tipo de problemas
Pero la tragedia dejó incompleto el proyecto. El 31 de marzo de 1993 y en medio del rodaje de una escena que involucraba disparos, Brandon Lee sufrió una herida mortal que le ocasionó la muerte. No solo se trató de un sonado caso acerca de una serie de circunstancias desafortunadas que provocaron su muerte. También, debido al escándalo que provocó que el proyecto siguiera adelante con un doble de cuerpo, tomas descartadas y retoque digital.
Por lo que, a pesar de que El cuervo llegó a la pantalla grande, planteó debates acerca de los límites éticos en situaciones semejantes. Mucho más, cuando incluso Linda Lee Cadwell, madre del intérprete, intentó un litigio penal por negligencia que, finalmente, se resolvió fuera de cortes. Eso, parte de la historia macabra que rodea a la película.
Hay tres secuelas de la cinta original
A pesar de los contratiempos que rodearon a la adaptación, hubo tres intentos de recuperar la historia para la pantalla grande. El primero, en 1996, que se trató de un reinicio a toda regla que incluyó nuevo actor para interpretar al personaje central. El Cuervo: Ciudad de Ángeles de Tim Pope, contaba un relato parecido a la original. Solo que esta ocasión Ash (el actor francés Vincent Perez), vengaba a los asesinos de su hermano.
La película fue un desastre de crítica y taquilla. En particular, porque pasó por severas reescrituras y reediciones, para hacerse lo más parecida posible a la película original. Por lo que el realizador frente al proyecto y el mismo Alex Proyas, que participó en la escritura del guion, dieron un paso a un lado para alejarse del resultado.
Una lista de secuelas mediocres
En 2000, El Cuervo: Salvación tuvo incluso una peor acogida y de hecho, debido al fracaso de la anterior, llegó directamente al mercado del video doméstico. Dirigida por Bharat Nalluri y protagonizada por Eric Mabius, se trataba de una especie de adaptación libre de la original. Pero sin su aire oscuro y mucho menos, su atmósfera neogótica.
Finalmente El Cuervo: La plegaria maldita llegó al cine en 2005, con Lance Mungia en la dirección y Edward Furlong (de Terminator 2: el juicio final) como una adaptación del oscuro vengador sobrenatural. No obstante, la calidad de la producción fue tan pobre, que incluso la productora encargada del proyecto Dimension Films, se apartó de sus resultados. La cinta, tuvo un estreno limitado de una semana en 3 de junio de 2005 en el teatro AMC Pacific Place en Seattle, Washington. Luego, pasó al formato doméstico, para ser olvidada por el público y especialmente, por los fanáticos de la saga.