Los Soprano es una serie extremadamente realista. Representa a la mafia como verdaderamente es, un negocio sucio en donde solamente importa el dinero. No hay tal cosa como un código de honor, de vestimenta o de discurso. Simplemente, se trata de un grupo de criminales comunes que deciden asociarse para ganar poder y así disfrutar de mayores ganancias. El actor Tony Sirico no solo fue contratado para interpretar a uno de esos criminales (A Paulie Gualtieri), sino que durante décadas, mucho antes de convertirse en actor, se ganaba la vida robando, extorsionando e intimidando personas para una de las familias más poderosas de Nueva York.

Ya les hemos hablado de cómo El Padrino básicamente inventó la mayoría de características que asociamos con la mafia. Por ejemplo, que los mafiosos son sujetos que hablan y visten con estilo.

También que los vínculos "familiares" son sagrados y que involucrarse en el negocio de las drogas es un pecado para ellos. Nada de esto era verdad. Sin embargo, El Padrino parte uno y dos (pretendamos que la tercera no existe) pintó una imagen de la mafia tan imponente y respetable que muchos mafiosos reales decidieron modelar sus organizaciones de acuerdo con lo que veían en el cine. El creador de Los Soprano, David Chase, tenía algo muy diferente en mente cuando concibió su obra maestra.

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Algún sujeto ha debido sentirse inspirado a ser mafioso luego de ver las películas de El Padrino. Cuando logró unirse a una “familia”, se habrá dado cuenta de algunas importantes diferencias. Como cuenta el ex-jefe de la mafia, Michael Franzese (su canal de Youtube es genial), en la realidad, no importa qué tan leal hayas sido hasta el momento, si se sospecha que podrías traicionar a la organización, o si tus actividades delictivas dejan de producir tanto dinero como de costumbre, es altamente probable que tus propios socios te lleven a dormir con los peces. Exactamente, lo que sucede frecuentemente en Los Soprano a lo largo de sus seis temporadas. Y tiene sentido, porque tenían a un verdadero mafioso en el elenco. Echemos un vistazo a la vida de Tony Sirico antes de convertirse en estrella de Hollywood.

"Oiga, caballero. ¿Nos podría indicar la hora?".

La vida criminal de Tony Sirico

La autenticidad es algo que salta a la vista de inmediato. Por eso es que, cuando comienzas a ver Los Soprano, el personaje de Paulie Gualtieri destaca como cuando un gran atleta visita el set de filmación de una película basada en su carrera. Su aspecto, su forma de hablar, sus gestos, sus expresiones, comunican dos posibilidades: o este sujeto es un actor excelente, o de verdad fue un mafioso. En el caso de Tony Sirico, la segunda opción es la correcta.

Sirico siempre fue un individuo problemático. No le gustaba estudiar, prefiriendo recorrer Nueva York acompañado de sus amigos en busca de cómo ganar dinero rápido. Cuando era un adolescente, recibió un balazo durante una disputa por una muchacha. Más tarde se enlistaría en el ejército de los Estados Unidos. De vuelta a las calles, Tony se convertiría en un criminal de poca monta, llegando a ser arrestado en 28 ocasiones distintas, por crímenes como: agresión, robo a mano armada, posesión ilegal de un arma, extorsión, coerción, entre otros.

No sabemos qué tan violento era Tony Sirico durante sus días como criminal, pero una intrigante entrevista para un documental nos da un indicio. El entrevistador le pregunta a Tony si alguna vez ha matado a alguien, la futura estrella de Los Soprano parece ofendido por la pregunta, pero responde que no, nunca lo ha hecho. Más tarde cuenta una historia sobre los intensos celos que sentía cuando alguien se acercaba a su esposa. Recuerda que una noche en un bar, mientras él compraba unos cigarros, un marinero se le acercó a su mujer para conversar con ella mientras esta esperaba afuera.

Sirico cuenta como en ese momento perdió el control, se abalanzó sobre el sujeto y le dio una salvaje paliza. Cuando ya había acabado con el hombre, lo dejó caer sobre la división que los separaba de la bahía. Debajo había un bote pesquero y al caer el marinero se dio un duro golpe contra la embarcación. Tony se dio media vuelta, tomó de la mano a su esposa y salieron corriendo hasta encontrar un taxi. Dentro del auto su mujer lo abrazaba y lo besaba. El mafioso confesó que no tiene idea qué fue de ese tipo, juzgando por el relato, lo más probable es que lo haya matado.

Así se veía en esos tiempos.

Tony Sirico nunca pudo llegar al nivel de Paulie Gualtieri, ya que ese personaje era un capo o capitán dentro de una pandilla. Un rango justo por debajo del jefe de la mafia. Sirico siempre aspiró a convertirse en uno, pero sus esfuerzos no dieron frutos. En 1971, cuando tenía 29 años, Tony fue imputado por extorsión, coerción y por posesión ilegal de un arma de fuego. Por eso fue condenado y sentenciado a cuatro años de prisión, de los cuales sirvió veinte meses en la cárcel de máxima de seguridad de Sing Sing en Nueva York.

Se enamora de la actuación y se hace famoso

Durante su estadía en prisión, un grupo teatral compuesto por ex-presidiarios, llamado Teatro para los olvidados, visitó su lugar de reclusión. Sirico los vio y pensó: "Yo podría hacer eso". Así fue que al ser excarcelado, el deseo de convertirse en actor ardía dentro de Tony. Estudió actuación bajo la dirección de Michael Gazzo, famoso por su papel en El Padrino, por el que fue nominado al Óscar. Este reconoció las habilidades de Sirico y lo ayudó a introducirse en la industria.

Era obvio cuál iba a ser su especialidad. Tony Sirico se inscribió en todos los castings que buscaran mafiosos. Gracias a la popularidad del El Padrino, había docenas de producciones buscando a tipos rudos para interpretar a criminales con estilo. Comenzó como extra en Crazy Joe de Dino de Laurentis, poco a poco se fue abriendo camino, logrando ser contratado en papeles más sustanciosos.

No hay duda de que es intimidante.

Pasó dos décadas interpretando básicamente al mismo personaje, mafioso neoyorquino rudo, apareciendo en todas las películas de crimen que se hicieron durante los ochenta y noventa, incluida la legendaria Goodfellas. También apareció en múltiples películas de Woody Allen. Ya había trabajado en 35 películas cuando audicionó para el papel de Junior Soprano. Por supuesto no lo consiguió, pero David Chase reconoció su potencial y decidió contratarlo para interpretar a Paulie, un personaje escrito específicamente para él. El talento acumulado en el elenco de Los Soprano era descomunal, y Tony Sirico contribuía gran parte de él. Murió el 8 de julio del 2022, tenía 79 años.