En plena gran ola de virus respiratorios, no es extraño que todos queramos buscar la forma perfecta de prevenir la COVID-19. Obviamente, la mejor forma de hacerlo es la vacunación. En España, el porcentaje de personas mayores de 65 años vacunadas ha disminuido mucho con respecto al año pasado y esto se está observando claramente en los ingresos. Pero, más allá de esta arma decisiva contra el virus, existen otras ayudas extra, que pueden dar algo más de fuerza a nuestro sistema inmunitario. Una de estas ayudas, según un nuevo estudio, es la dieta vegetariana o, al menos, con una cantidad muy alta de vegetales y lo más reducida posible de carne.
La investigación la ha llevado a cabo un equipo de científicos de la Universidad de Sao Paulo. Cuenta con algunas limitaciones que veremos más adelante. No obstante, refuerza algo que ya podíamos intuir. Que una buena alimentación es esencial para prevenir la COVID-19, así como cualquier otra enfermedad infecciosa. Nuestro sistema inmunitario se beneficia de una dieta rica en vegetales, legumbres y frutos secos y baja en carne, y este es un buen ejemplo de ello.
Basta con ser flexitariano para plantar cara al virus. Aunque vegetarianos y veganos tienen aún mejores armas para hacerlo.
Dieta vegetariana para prevenir la COVID-19
Este es un estudio observacional que se basa principalmente en encuestas. En él han participado 702 personas, reclutadas entre marzo y julio de 2022.
A todas ellas se les realizaron una serie de preguntas sobre su alimentación, así como otros hábitos, con especial atención al ejercicio físico. Además, se tuvo en cuenta si habían contraído la COVID-19 y, en caso de hacerlo, la gravedad con la que habían pasado los síntomas.
Tras encuestar a los participantes sobre su alimentación, se dividieron en dos grupos. Por un lado, los omnívoros y, por otro, los que comían principalmente vegetales. Dentro de este grupo, además, se hicieron dos subgrupos, uno para los flexitarianos, que comían menos de tres raciones de carne a la semana, y otro para vegetarianos y veganos.
Algo llamativo es que los omnívoros, en general, informaron de más afecciones previas y sedentarismo, ambos factores que pueden aumentar la probabilidad de contraer este y otros virus respiratorios. No obstante, para comprobar si la alimentación podría prevenir la COVID-19, se separaron estos datos del resto y se compararon solo personas con características similares.
La conclusión fue que los omnívoros tienen una mayor probabilidad de contraer la COVID-19, así como de experimentar síntomas graves. Concretamente, se calculó que las personas que llevan mayoritariamente una dieta vegetariana tienen un 39% menos de probabilidad de infectarse.
¿A qué se debe todo esto?
El potencial de la dieta vegetariana para prevenir la COVID-19 no está totalmente claro, aunque lo más probable es que se deba a la capacidad de muchas de las sustancias vegetales para fortalecer el sistema inmunitario. Lo explican los autores de la investigación en un comunicado.
“Los patrones dietéticos a base de plantas son ricos en antioxidantes, fitoesteroles y polifenoles, que afectan positivamente a varios tipos de células implicadas en la función inmunitaria y exhiben propiedades antivirales directas”.
Especialmente, destaca que muchísimas frutas y verduras tienen altas dosis de vitamina C; que, junto a la D, es esencial para fortalecer el sistema inmunitario.
Las limitaciones del estudio
El estudio es observacional, por lo que, aun conociendo el poder de estas sustancias para fortalecer el sistema inmunitario, no se puede demostrar la causalidad más allá de la casualidad. Por otro lado, los resultados son autoinformados por los propios voluntarios, en algunos casos de memoria sobre un tiempo pasado. Esto requiere que memoricen datos concretos y, en ciertas ocasiones, puedan dar información falseada sin mala intención.
Por eso, sería interesante repetir la investigación evitando estas limitaciones. Aun así, está bastante claro que la dieta vegetariana nos aporta muchos beneficios y que, probablemente, prevenir la COVID-19 sea uno de ellos. Este puede ser un buen momento para empezar a cambiar nuestra forma de comer.