Al hablar de diabetes solemos referirnos a dos tipos: la 1 y la 2. Sin embargo, en los últimos años se han publicado estudios que hablan de nuevas clasificaciones. Según dónde se pongan las barreras que diferencian unas de otras, se puede hablar hasta de 10 tipos. Uno de ellos es la diabetes 1.5, que ha pasado de ser una total desconocida entre el público general, a protagonizar algunos titulares, después de que se le diagnostique al cantante Lance Bass, del icónico grupo estadounidense NSYNC.
En realidad, Bass recibió primero un diagnóstico de diabetes tipo 2. Sin embargo, con el tiempo se vio que había parámetros que no cuadraban, por lo que se decidió realizarle nuevas pruebas. Esto demostró que, en realidad, tiene diabetes 1.5, un tipo que reúne características tanto del tipo 1 como del 2.
Aunque en algunos casos el tratamiento de la diabetes tipo 2 puede ser eficaz para la 1.5, a veces se pospone la necesidad de administrar insulina a los pacientes, por lo que sus síntomas empeoran. Por eso, es esencial que se realicen más pruebas, como las que dieron con el diagnóstico concreto en el caso del cantante de NSYNC.
Los dos tipos más conocidos de diabetes
Todas las diabetes se caracterizan por un aumento peligroso de los niveles de glucosa en sangre. La principal diferencia entre unas y otras es la causa de este aumento.
En el caso de la diabetes tipo 1, tiene un origen autoinmune. Es decir, son las células del propio sistema inmunitario de los pacientes las que atacan a las células beta del páncreas, encargadas de producir insulina. Dado que la insulina es la hormona que ayuda a las células a incorporar la glucosa de la sangre para obtener energía, esta termina acumulándose. Se detecta principalmente en niños y adolescentes y requiere la administración de insulina desde el momento del diagnóstico, ya que su organismo no puede sintetizar nada.
En cambio, las personas con diabetes tipo 2 sí pueden sintetizar insulina inicialmente. Lo que les ocurre en su caso es que, normalmente a causa de una mala alimentación mantenida en el tiempo, sus células se vuelven resistentes a la insulina. Se someten a tantos picos de glucosa que necesitan cada vez más y más insulina para poder experimentar adecuadamente sus efectos. Como cuando nos volvemos adictos a una sustancia.
Al final, el páncreas ya no es capaz de producir suficiente y comienzan los síntomas. En estos casos, no es necesario empezar inmediatamente con insulina. Puede que con fármacos para disminuir los niveles de glucosa, como el famoso Ozempic, sea suficiente, ya que siguen produciendo algo de insulina. De hecho, quizás nunca tengan que llegar a recurrir a la insulina.
Esta enfermedad suele diagnosticarse en personas de más edad, aunque cada vez hay más casos en niños y adolescentes.
¿Cómo es la diabetes 1.5?
La diabetes tipo 1.5 cuenta con características de la 1 y de la 2. También tiene carácter autoinmune. Sin embargo, el ataque a las células del páncreas no es tan drástico, por lo que puede que los pacientes tarden hasta 5 años en necesitar la insulina. Tiene un origen principalmente genético, como la diabetes tipo 1, pero también influye el estilo de vida, como en la 2. En cuanto a la edad de diagnóstico, suele estar por encima de los 30 años, como la 2.
¿Por qué se confunden?
La diabetes 1.5 se suele confundir con la tipo 2 principalmente por la edad a la que se diagnostica y también porque a menudo se sigue produciendo insulina. Esto lleva a que se trate con fármacos y muchas veces no se haga un seguimiento adecuado. Si bien las personas con diabetes tipo 2 puede que nunca necesiten esta hormona, los pacientes con diabetes 1.5 terminan dependiendo de ella en algún momento. Si esto no se detecta, los síntomas pueden empeorar mucho.
¿Cómo se diagnostica la diabetes 1.5?
La sospecha de diabetes, sea del tipo que sea, comienza cuando una persona muestra mucha sed continuamente, cambios de peso injustificados, cansancio, problemas de visión o micción abundante (orinan mucho). Si se les hace una analítica y se detectan niveles anormales de glucosa, normalmente se hacen más pruebas. Una de las más habituales es la prueba de sobrecarga, conocida también como curva de glucosa. En este caso, tras 10-12 horas de ayuno, se le da al paciente un zumo de 250 mililitros que contiene 75 gramos de glucosa y se extrae una muestra de sangre a las 2 horas. Los niveles de glucosa en esa prueba son claves para saber si hay diabetes.
Si hay dudas, se pueden hacer pruebas de anticuerpos, que determinarían si la diabetes tiene un origen autoinmune. No obstante, si el diagnóstico tiene lugar en personas mayores de 30 años, se suele dar por hecho directamente que se trata de diabetes tipo 2. Además, las personas con diabetes 1.5 mejoran inicialmente con el tratamiento de la tipo 2, por lo que se confirma el diagnóstico, aunque fuese erróneo.
Otros tipos de diabetes
La clasificación que hace referencia a dos tipos de diabetes es muy general: autoinmune o por resistencia a insulina. Sin embargo, según el origen, podemos encontrar entre 5 y 10 tipos de diabetes.
En 2018, un equipo de científicos suecos y finlandeses publicó un estudio en el que se analizaban las características detalladas de 15.000 pacientes diabéticos. Se observó que, en realidad, se podían distinguir hasta 5 grupos. Estos serían: diabetes severa autoinmune, diabetes severa por deficiencia de insulina, diabetes severa por resistencia a insulina, diabetes moderada relacionadas con la obesidad y diabetes moderada relacionada con la edad.
La primera y la tercera son las que normalmente se conocen como diabetes tipo 1 y 2. En el caso de la segunda, no tiene un origen autoinmune, pero tampoco se ha generado resistencia a la insulina. Simplemente esta escasea por otro motivo genético. La cuarta se da en personas con sobrepeso, como la que se conoce normalmente como diabetes tipo 2, pero en este caso sus niveles de insulina están más cercanos a la normalidad. Por eso es moderada. Finalmente, en la quinta pasa algo parecido, pero a causa de la edad, no del sobrepeso. También podría añadirse a la lista la diabetes gestacional. Así, tendríamos un sexto tipo.
¿Y si se desglosan?
Otros estudios distinguen aún más tipos de diabetes, ya que desglosan las distintas causas genéticas por las que puede haber menos producción de insulina. Estas pueden ser, entre otras, defectos genéticos de las células beta pancreáticas, enfermedades del páncreas exocrino, endocrinopatías o diabetes inducida por medicamentos. Además, puede que el defecto no esté en la producción, sino en la acción de la insulina.
En definitiva, aunque conozcamos principalmente dos, hay muchos tipos de diabetes y, sin duda, la diabetes 1.5 merece que le prestemos mucha más atención.