La veracidad de la sábana santa de Turín es una de las discusiones científicas más controvertidas de la historia. Desde su hallazgo, la mayoría de sus detractores se basan en que la imagen plasmada en el sudario es demasiado perfecta y plana para haberse marcado al envolver un hombre. Parece más bien una fotografía. A esto se sumó una investigación sobre la antigüedad de la tela realizada en 1989, en la que se concluía que esta se tejió en el siglo XIV, muchísimo después de la muerte de Jesucristo. Ahora, sin embargo, se ha publicado otro estudio que contradice esa hipótesis, por lo que la discusión vuelve a estar en el candelero.

A ello, además, se suma que recientemente se publicó otro estudio sobre los restos de sangre de la sábana santa, que también da alas a la idea de su veracidad. Sigue sin haber una demostración 100% válida y los detractores continúan sin estar de acuerdo. Pero está claro que el dilema está servido. 

Veamos entonces qué es lo que dicen esos nuevos estudios y hacia dónde se decanta la balanza al sumarlos al resto de la investigación vigente.

¿Puede ser la sábana santa una estafa medieval?

La sábana santa está confeccionada con lino, una fibra vegetal procedente de la planta Linum usitatissimum. Por lo tanto, se puede analizar su antigüedad a través de la técnica del radiocarbono.

Esta herramienta se basa en que todos los seres vivos, incluyendo la planta del lino, tienen la misma proporción de dos isótopos de carbono, el carbono-12, que es su forma estable, y el carbono-14, de carácter radioactivo. Cuando el ser vivo en cuestión muere, por ejemplo cuando la planta se recoge para extraer las fibras, el carbono-14 empieza a desintegrarse. Por eso, al comparar la cantidad que hay con respecto al carbono-12, que se mantiene estable, podemos calcular la edad de unos restos. El carbono-14 es ligeramente más pesado, por lo que es fácil diferenciarlos.

A través de esta técnica, en 1989 se descubrió que, posiblemente, ese lino se tejió en el siglo XIV. Es decir, poco antes del hallazgo de la sábana santa en Francia. Pero un estudio comenzado en 2022 que ahora ha vuelto a salir a la luz contradice esa hipótesis.

datación por radiocarbono
La datación por radiocarbono mide la proporción entre carbono 14 y carbono 12.

¿Y si fuese una contaminación?

En esta ocasión, el estudio lo ha realizado el Instituto de Cristalografía de Italia, a través de una técnica conocida como dispersión de rayos X gran angular, o WAXS. Esta, como otras técnicas de dispersión de rayos X, se basa en el hecho de que los electrones presentes en un material dispersan los rayos X que inciden sobre ellos. A partir del patrón de interferencia medido de todas las ondas dispersadas, se puede deducir mucha información sobre dicho material. Entre esa información no se encuentra su antigüedad. Pero sí que se puede tomar un tejido similar y compararlo, ya que el deterioro del paso de los años alterará los resultados de forma parecida.

Estos científicos tomaron una muestra de lino cuya datación por radiocarbono había concluido sin lugar a dudas que tenía aproximadamente una antigüedad de 2.000 años. El patrón que se midió era muy parecido al de la sábana santa. Por eso, se concluye que, quizás, en el estudio de 1989 había contaminación con otros tejidos que dio lugar a unos resultados confusos.

Sangre, rocas y latigazos

En julio de este año, el profesor de la Universidad de Padua Giulio Fanti publicó un estudio en el que se analizaba la sangre hallada en la sábana santa. Estudios anteriores concluían que los puntos en los que están situadas las manchas no se corresponden con las heridas sufridas por Cristo, según las escrituras. No obstante, las conclusiones de Fanti son muy distintas. Según él, algunas manchas sí que se corresponden con el lugar de la herida del costado si se tiene en cuenta el flujo del líquido desde la misma. Además, hay restos de otra sustancia que podría ser líquido pulmonar.

Por otro lado, el geólogo Amir Sandler, del servicio geológico de Jerusalén, ha llevado a cabo en el pasado su propio análisis de la sábana santa. En él ha encontrado restos de illita y esmectita, dos rocas típicas de los suelos de Jerusalén. Eso indicaría que, efectivamente, el sudario estuvo en una tumba de esta ciudad. De ser así, la teoría de la falsificación francesa medieval perdería sentido.

¿Quién es el hombre de la sábana santa?

Todo esto ha vuelto a salir a la luz después de que los científicos del laboratorio de inteligencia artificial Midjourney empleen sus algoritmos para obtener una imagen de Jesucristo basada en las huellas de la sábana santa. En ella se ve a una representación muy parecida a la que siempre hemos tenido del Mesías. Un hombre joven, delgado, con pelo largo y barba, atormentado por las torturas recién recibidas.

sábana santa
Imagen por IA de Midjourney.

¿Significa eso que estamos ante la imagen del mismísimo Jesucristo? No lo sabemos; porque, a pesar de todo, sigue habiendo luces y sombras en la historia de la sábana santa. Y es que lo único que sabemos es que se trata de una sábana manchada de sangre, de 2.000 años de antigüedad, que estuvo en Jerusalén. Todo eso si es que los estudios mencionados son ciertos. Los romanos ejecutaron a otras muchísimas personas en Jerusalén. Incluso si todo eso fuese cierto, nadie puede asegurar que se trata del sudario que envolvió a Cristo. Además, tampoco hay nadie que haya podido explicar cómo se logró esa imagen tan clara en 2D. Hasta que no haya respuestas a estas cuestiones, la idea de que la sábana santa sea lo que dicen ser no puede aceptarse por completo.