El golpe que Will Smith dio a Chris Rock ha sido lo más interesante que ha pasado en los Óscar en todo el siglo XXI. En el momento muchos pensaban que se trataba de una farsa diseñada para llamar la atención de una audiencia que ha ido perdiendo el interés en esos premios. Hoy sabemos que Will y su esposa llevaban seis años separados cuando ocurrió el incidente, lo que lo hace todavía más absurdo. La verdad es que fue muy tonto para haber sido planeado. Extrañamente, Jada Pinkett-Smith dijo que la cachetada fue lo mejor que pudo haberles pasado y volvieron a estar juntos desde entonces.
Un tipo que protagoniza un drama tan sin sentido como el ocurrido entre Will Smith y Chris Rock debe estar batallando con unos problemas psicológicos bastante graves. Ofenderte por un chiste suave, dirigido a quien es prácticamente tu exesposa, lo que te lleva a golpear al presentador del show frente a una audiencia global. Para hacerlo más raro, Smith ganó el premio al mejor actor y recibió una ovación de pie. Sus amigos actores habrán reconocido que su colega no andaba bien de la cabeza y necesitaba apoyo. Luego fue vetado por diez años de asistir a cualquier evento de la Academia.
Lo que vimos en los Óscar fue un desesperado arrebato de alguien que le acaban de tocar un nervio. En su autobiografía, Will Smith revela cómo su rompimiento con Jada Pinkett-Smith lo dejó tan devastado que decidió superar sus miedos y participar en una ceremonia de ayahuasca. Inspirado por su amiga Verónica, que dijo haber conocido al hijo que había abortado en su juventud durante un viaje de ayahuasca. Su hijo no nacido la perdonó desde el cielo y le pidió que le pusiera nombre. Esto la liberó de la enorme culpa que había estado cargando toda su vida.
Qué fue lo que vio Will Smith en sus viajes de ayahuasca
La ayahuasca es una planta visionaria con el poder de revelarte una realidad alternativa fascinante. Las experiencias reportadas por cada persona que la toma son extremadamente diferentes. Algunos atesoran el viaje como lo mejor que les ha pasado en sus vidas, otros se maldicen por haber consumido el legendario caldo psicodélico, ya que fueron lanzados a una pesadilla que parecía interminable. Lo que está en juego es muy delicado, entre revelación y terror, la decisión de tomarla es muy personal.
Will Smith describió así lo que sintió en uno de sus viajes de ayahuasca: “este es el mejor sentimiento que he tenido en toda mi vida, no tiene comparación”. Hasta el momento que publicó su autobiografía, el actor había participado en catorce ceremonias de ayahuasca en la selva de Perú. Pudo sentir tantos los altos como los bajos, porque describe haber tenido tres viajes infernales, las peores experiencias psicológicas que ha vivido.
La planta visionaria le sirvió de profeta, ya que en uno de sus viajes experimentó como le arrancaban todo lo que había trabajado tan duro para construir. Will relata que vio como su dinero desaparecía, como su casa desaparecía, luego como toda su carrera dejaba de existir. Mientras intentaba desesperadamente aferrarse a esos tesoros, escuchaba una voz que exclamaba “esto es la vida, de esto se trata”.
De repente escuchó a su hija Willow gritando, pidiéndole ayuda desesperadamente a su padre. En ese momento dejaron de importarle todas las cosas a las que se estaba aferrando, lo único que quería era llegar a su hija. Se sentía como si aquello estaba pasando todo junto al mismo tiempo. Ahí fue que comprendió que, de entre todo lo que tenía miedo a perder, su familia ocupaba el primero, segundo y tercer puesto. Si lo demás desaparecía, podía soportarlo. Pero si su familia lo hacía, quedaría devastado.
A pesar de todas estas magníficas revelaciones, Will Smith permaneció herido y confundido. La ayahuasca es una medicina milagrosa, pero no puede ser una solución mágica a todos tus problemas, simplemente no existe tal cosa en el mundo. Primero vio la destrucción de su carrera durante el viaje psicodélico, para luego experimentarla en la vida real. Después de hacer el ridículo en los Óscars, y a pesar de triunfar como mejor actor, resulta difícil hoy en día pensar en Will Smith como un gran actor legendario.
Solía tener muchísimo prestigio, y bien merecido. Pero ha dejado que sus escándalos personales eclipsen su legendaria carrera actoral. Así, mientras que actores como Tom Cruise, Leonardo DiCaprio o Denzel Washington todavía disfrutan de su estatus como leyendas indiscutibles de Hollywood. Will Smith es un hazmerreír. Esperemos que a través de la ayahuasca y otras terapias pueda encontrar qué es lo que en verdad lo hace feliz, dejando atrás los efectos tóxicos que la fama mundial ha tenido en su vida.